Pese a ser una de las arterias más transitadas, el tramo norte del Periférico luce con baches, sin iluminación y con una gran cantidad de basura visual en lugares prohibidos para su instalación.
A la altura de Cuautlancingo, los automovilistas deben ir con mucha precaución, pues hay enormes baches que bien pueden provocar un accidente o un desperfecto en su automóvil.
Los que deben pasar de noche por este tramo del Periférico se meten a una auténtica “boca de lobo”, ya que ninguna de las luminarias sirve, situación que tiene meses y que ninguna autoridad atiende.
Eso sí, los postes parece que fueron hechos para colocar toda clase de publicidad. Ahí se ven los hules colgando que impiden ver a los automovilistas algunos puntos del trayecto.
Esa basura visual, lo que incluye los espectaculares a un costado de la vía, cuenta con el “permiso” del Ayuntamiento de Cuautlancingo, cuyas autoridades municipales, encabezadas Filomeno Sarmiento Torres, sólo están atentas a cobrar esta publicidad y no atienden los problemas de la arteria.
Por si algo falta en ese tramo, a los costados se edificaron gasolineras que representan un riesgo para automovilistas y clientes.
Ante tantos problemas, es plausible la intención del Gobierno del Estado de rediseñar la vía, pero sobre todo someter al orden a Ayuntamientos como el de Cuautlancingo, que han hecho de la arteria su “caja chica”.
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