La Casa del Viento ubicada en la zona tradicional de Acapulco, en donde Diego Rivera pasó sus dos últimos años de vida enfrentando un cáncer terminal, fue adquirida por el empresario Carlos Slim, el gobierno del estado de Guerrero y Conaculta.
Lo anterior con el objetivo de crear el Museo de la Memoria Colectiva, en donde se pueden apreciar las obras del artista de su esposa Frida Kahlo, albergadas en una fachada que los artistas se encargaron de construir en la época dorada de Acapulco.
Fue en los años 80 cuando la famosa casa estuvo en proceso de remodelación para abrirlo al público durante el centenario del nacimiento del muralista, con la finalidad de instalar un centro cultural y biblioteca infantil.
108 metros cuadrados están decorados con mosaicos por el propio Diego Rivera, quien desarrolló una escultura-pintura de 100 metros donde representó a los dioses Hexekátl, Tláloc, Quetzalcóatl y Coatlicue, dándole su toque inigualable.
De ahí que la famosa casa acapulqueña se llama “La Casa del Viento”, la cual puede ser visitada por turistas nacionales y extranjeros en el bello puerto.
El gran mural del frente fue divido en dos partes uno mide 12.70 metros de largo, y otro mide más de 20 metros, una inscripción de 2.35 metros dice Exekatl Kali (Casa del Dios del Viento), Tlalokan; en azul, vertical y paralelamente, Dolores Olmedo, Diego Rivera y los números romanos LVI.
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