El juego de Moreno Valle en estas elecciones

El juego de Moreno Valle en estas elecciones

Foto: Enfoque
Más allá de un azar de distritos y curules, el gobernador Rafael Moreno Valle se juega en la actual campaña la viabilidad y continuidad de su proyecto político, el cual nació hace muchos años, cuando comenzó su carrera como secretario de Melquiades Morales Flores, entonces gobernador de la entidad.   Moreno Valle, quien hoy por hoy es uno de los políticos más influyentes en el país, ha puesto toda la carne al asador en la presente campaña a sabiendas de que un equipo de avanzada en el Congreso le permitirá abrir camino en el escenario nacional, además de que contar con incondicionales en las comisiones claves del Poder Legislativo significará la continuidad en el manejo de recursos para seguir proyectando obras de gran calado en la entidad.   Las elecciones intermedias siempre han sido una aduana rumbo a los comicios presidenciales, considerados la carta fuerte de la política en este país. Es sabido que cualquier mandatario o secretario con intereses presidencialistas debe comprobar con una primera demostración de músculo político su capacidad de juego, la cual se mide forzosamente en la cantidad de curules que obtiene a su favor.   Mas la influencia de Moreno Valle no es únicamente a nivel local o con los candidatos a diputados federales por Puebla. El gobernador del estado ha creado alianzas con otros grupos de poder al interior del blanquiazul, como es el caso de Gustavo Madero Muñoz, líder nacional del PAN, con quien Moreno Valle mantiene una alianza de facto desde 2013.   Es así como el gobernador ha demostrado apoyo a otros perfiles panistas en el interior del país. Hay que recordar que en este proceso también están en juego 11 gubernaturas, por lo que el mandatario de Puebla ya tiene cálculos en los que considera tener buenos tratos con al menos tres de los próximos gobernadores emanados de Acción Nacional.   La influencia de Moreno Valle no solo toca al PAN, se extiende más allá hasta el PRD, incluso alcanza de manera periférica al PRI. Pues aunque el dirigente nacional de ese partido, César Camacho Quiroz, se empeñe en asegurar que no hay pacto ni alianza con el grupo morenovallista, los hechos demuestran una y otra vez que el PRI no tendría cabida en estas elecciones si el gobernador poblano no se los permitiera.   Es por ello que en los actuales comicios Moreno Valle también se juega la supremacía de su partido por encima del priismo, al menos en la entidad. Ser amigo del presidente o estar bien con el presidente siempre es garantía de que aun perteneciendo a diferentes partidos, este respetará el trabajo que cualquier mandatario hace en su territorio. Y si algo tiene Moreno Valle es esa capacidad de trabajo que lo mantiene ocupado día y noche.   De lo anterior se comprende que el mandatario esté interesado en el seguimiento de estos comicios. Sabe que sus cartas fuertes están bien posicionadas y solo le resta hacer unos cuantos ajustes en su jugada para ahora sí poder apostar de una vez por todas la mano grande, el juego mayor que le hará ganar cuando la pirinola de la política mexicana termine de dar vueltas y marque para él las palabras “toma todo”.
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