Ni la cartilla militar se salva de nuevas tendencias y gustos personales

En México, todos los jóvenes que llegan a los 18 años deben tramitar su cartilla militar, hecho que en años atrás era tomado por muchos como la antesala a la edad adulta y por otros cuantos una manera de servir un poco a la sociedad.

El sorteo del servicio militar era motivo de plática entre los jóvenes, que esperaban conocer si debían “marchar” o solo esperar un año para recoger su cartilla militar, documento que era también motivo de orgullo para muchos nuevos adultos.

Sin embargo, la llegada de nuevas tendencias ha provocado que el verdadero propósito de la cartilla militar se deforme, al grado de discutir situaciones que nada tienen que ver con cumplir o no con un encargo de la nación.

Y es que el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) ordenó a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) un informe para conocer la manera en la que algunos jóvenes puedan cambiar sus datos por “cambio de identidad de género autopercibido”.

Es decir, que estas personas puedan, si así lo deciden, cambiar sus datos para calificarse como mujeres o personas binarias, pues es de todos conocido que la cartilla militar únicamente está dirigida a varones.

Llama la atención esta situación no por el hecho de que una persona decida cambiar su identidad de género, sino porque se está dejando de lado la defensa de datos que verdaderamente son muy trascendentes.

En un pasado se colocaba en la cartilla militar si se sabía leer y escribir y los datos de los padres, cuando eso tenía importancia, pero ahora parece más importante dar entrada a datos con tal de no caer en una supuesta discriminación.

Y es que hoy en día datos como si se sabe leer y escribir, el nombre de los padres y otros pueden ser tomados por discriminatorios, mostrando que ni la SEDENA se salva de las nuevas tendencias.