La verificación vehicular y la contaminación en Puebla

La verificación vehicular y la contaminación en Puebla

Foto: Enfoque

El programa de verificación vehicular puede ser muy controversial, principalmente por la mala aplicación del mismo, pues en su esencia tiene como fin ayudar a reducir la contaminación en el aire, pero su falta de homologación y correcta aplicación hacen que muchas personas lo vean solamente como un asunto recaudatorio.

 

Este programa estaba diseñado originalmente para regular la emisión de gases contaminantes emitidos por el parque vehicular de la megalópolis, que hasta hace unos años estaba formada por Hidalgo, Tlaxcala, Morelos, Puebla, el Edomex y la Ciudad de México.

 

En estos estados, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se encuentra casi la mitad del parque vehicular total del país, de ahí que sea en estos lugares donde esté la mayor concentración de gases contaminantes; el Estado y la Ciudad de México son los sitios más preocupantes.

 

Por detrás del Estado de México y la Ciudad de México, que son las entidades con el mayor parque vehicular del país, Puebla está en el tercer lugar de la megalópolis con el 3% de las unidades, de ahí que desde la postura ambiental sea tan importante tener un programa de verificación funcional en Puebla.

 

Las revisiones que se hacen a los vehículos a través de este programa permiten certificar que las unidades pueden circular por la ciudad, sin emitir gases contaminantes de forma excesiva, de ahí que haya cuatro tipos de hologramas otorgados según la antigüedad y operatividad del motor de combustión interna.

 

Por ejemplo, el holograma doble cero se otorga principalmente a los vehículos nuevos o que tienen un rendimiento superior a los 15 km por litro; el holograma cero se otorga a aquellos vehículos relativamente nuevos, pero que además logren pasar la prueba del sistema de diagnóstico.

 

En tanto que los hologramas uno y dos se entregan para vehículos con mayor antigüedad y cuyos motores de combustión interna no contaban con los filtros o sistemas actuales para el tratamiento correcto de los gases contaminantes.

 

Actualmente, el programa de "hoy no circula" funciona únicamente en la capital del país y justamente son los vehículos con hologramas cero, uno y dos los que tienen mayor restricción para circular determinados días y horarios.

 

Un vehículo más antiguo y que por ende contamina más, bajo esta lógica debería de circular menos; sin embargo, algunas personas cuestionan la efectividad del programa debido a que durante los años que se ha aplicado no se han logrado evitar las contingencias ambientales.

 

También se suele criticar la homologación del programa, pues es común ver que algunos vehículos, tanto particulares como del servicio público, circulan sin ningún problema por las vías principales de las ciudades a pesar de que contaminan de manera ostensible.

 

 

El programa de verificación vehicular actualmente ya no solamente es obligatorio en los estados que componían la megalópolis, sino que ahora hay otras entidades de la República que han decidido implementar este programa.

 

Desde el año 2017, estados como Baja California, Querétaro, Jalisco, Guanajuato, Coahuila, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Chihuahua y Yucatán ya también aplica en el programa de verificación vehicular obligatorio para sus automóviles.

 

En el caso de Puebla, hay que recordar que su cercanía con la capital del país es lo que la vuelve más propensa a enfrentar problemas relacionados con la contaminación del aire, aunque no es un problema tan severo como en la capital del país.

 

La última vez que Puebla atravesó una crisis de contaminación del aire ocurrió en abril del año pasado, cuando la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial activó la fase uno de la pre contingencia ambiental.

 

Esta declaratoria se hace cuando los sistemas de monitoreo detectan partículas contaminantes por arriba de un límite máximo permitido, y que en el caso de Puebla suele darse más por incendios forestales que por la misma circulación de los vehículos.

 

Otro problema que enfrenta Puebla respecto a la contaminación del aire está relacionado con las emisiones de ceniza del volcán Popocatépetl, las cuales dependiendo de la corriente del aire pueden dispersarse hacia el Estado de México, Morelos, Tlaxcala y la mayoría de las veces a Puebla.

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