Kiev usó municiones de racimo contra población civil, afirma Human Rights Watch

Kiev usó municiones de racimo contra población civil, afirma Human Rights Watch

Foto: Xinhua

Civiles de Izium, localidad de la provincia de Járkov, murieron en 2022 a causa de municiones de racimo usadas por militares ucranianos, declaró a Sputnik la directora de defensa de armas de Human Rights Watch (HRW), Mary Wareham.

 

De acuerdo con sus palabras, después de que Rusia replegara sus fuerzas en esta dirección y las tropas ucranianas entraran en esta parte de la región, los expertos de HRW iniciaron sus propias investigaciones en la zona, donde "vieron restos de municiones de racimo por todas partes".

 

"Al conocer la dirección desde que se abría el fuego, averiguamos que fue el Ejército ucraniano quien las usó", afirmó. Además, aseguró que la HRW dispone de "testimonios detallados sobre civiles muertos o heridos debido a estas municiones".

 

Warham recordó que, a finales de enero, Human Rights Watch publicó un informe sobre la situación en Izium. En ese momento, los activistas de derechos humanos encontraron pruebas de que Ucrania bombardeaba la zona con municiones de racimo, cuando ahí estaban las fuerzas rusas.

 

En un comunicado publicado por la organización en enero pasado, Kiev fue acusado de lanzar repetidamente municiones con miles de minas antipersona Lepestok contra el territorio ruso entre abril y septiembre de 2022, causando numerosas víctimas entre civiles. De hecho, 11 personas fallecieron y más de 50 quedaron heridas. A principios de agosto pasado, Rusia compartió con la ONU los datos sobre el uso de esta munición prohibida por Ucrania.

 

Lepestok, réplica casi idéntica de la munición estadounidense BLU-43/B Dragontooth, es una mina antipersonal colocada a distancia y operada a presión. A una persona inexperta le resulta difícil identificarla como munición peligrosa debido a su forma irregular, parecida a un pétalo ('lepestok', en ruso).

 

Se sabe que estas minas son peligrosas, ya que su aspecto pequeño e inofensivo ha provocado históricamente graves lesiones entre civiles, incluidos niños. En palabras del jefe adjunto de la Misión de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, el artefacto explosivo "tiene el tamaño de una mano y se parece a un juguete. A un adulto le dejaría mutilado, pero a un niño lo mataría".

 

Su uso por Ucrania supone una violación de los acuerdos internacionales. En 2005, Ucrania ratificó la Convención de 1997 sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción (Tratado de Ottawa).

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