Israel y Palestina, ¿alguien tiene la razón o solo hay perdedores en este conflicto?

Israel y Palestina, ¿alguien tiene la razón o solo hay perdedores en este conflicto?

Foto: Freepik, Xinhua

El fin de semana, en el plano internacional, solo hubo un tema de conversación y de noticias: la guerra entre Israel y Hamás, un conflicto que está presente desde hace más de 70 años. Esto ha causado la muerte de miles de personas en ambos bandos, la mayoría de ellos inocentes; no obstante, lejos del lugar de los hechos hay quienes defienden a Israel y a Palestina en un contexto poco claro. 

  

Por un lado y desde hace años, hay quienes defienden la postura de Hamás y el derecho palestino como una respuesta a las décadas de “abuso, limpieza étnica y usurpación del territorio a manos del estado de Israel”. En contraste, quienes muestran su respaldo a Israel justifican su actuar como “una respuesta ante los ataques perpetrados contra civiles por el grupo islamista Hamás”. 

  

En ambos casos, hay elementos para defender una postura independientemente de cómo se manejan las narrativas oficiales, pues en este asunto el problema es tan complejo y delicado que no hay respuestas definitivas. Las dos partes tienen argumentos legítimos y preocupaciones válidas, iniciando por el derecho a existir, pero también por la defensa de su territorio. 

  

Para tener mayor entendimiento del conflicto es importante conocer el inicio el 14 de mayo de 1948 con la creación del estado de Israel luego de la persecución y el antisemitismo que sufrieron los judíos y que se acrecentó durante la segunda guerra mundial. Con el crecimiento del movimiento sionista, dicho estado, que se dio en la “tierra prometida”, creció en población judía, lo que generó enfrentamientos entre judíos y palestinos. 

  

 

Este es uno de los primeros argumentos a favor de los israelíes, pues se busca el reconocimiento de la libre autodeterminación del pueblo judío luego de años de persecución y antisemitismo en Europa y en otros países. La continuidad del estado de Israel es vista como una forma de asegurar la existencia y seguridad del pueblo judío, aunque para ello han recurrido a los ataques directos contra el pueblo palestino que se resiste a la ocupación de Israel

  

Con los años se siguieron dando enfrentamientos, aunque de parte de Israel cuentan con los constantes apoyos financieros y armamentísticos desde Estados Unidos. En 2020, se calcula que el gobierno norteamericano dio más de 3,800 millones de dólares gracias a un acuerdo firmado por Barack Obama en 2016, que contempla apoyos desde el 2017 hasta el 2028. 

  

El contexto actual gira en torno a los ataques que sufrió Israel a manos de Hamás, un grupo armado político-religioso palestino que se formó en 1987 y es considerado por muchas naciones como una organización terrorista. Hoy en día son los encargados de controlar la Franja de Gaza y fue por ahí donde se perpetró el avance al territorio israelí, con el lanzamiento de miles de cohetes matar a cientos de civiles y capturar a otros más. 

  

 

Esta es otra justificación de la respuesta, pues el ataque de Hamás tuvo como primer objetivo a la sociedad civil, matando a niños, mujeres y hombres. Uno de los crímenes de guerra señalados, además de la captura de civiles, es la ejecución y violaciones contra mujeres que estaban en un festival de música. 

  

Respecto a Palestina, por años han sido despojados de su territorio, inclusive si en medio se ha atacado a población en edificios como hospitales o viviendas. Aunque Israel argumenta que se defienden de los ataques terroristas de Hamás, las respuestas, lejos de ser directamente en contra de dicho grupo, se han dirigido a población aparentemente inocente. 

  

Por otra parte, su territorio fue repartido sin el consentimiento de la población palestina y se le asignó una mayor parte a la población judía. Con la formación de los estados judío y musulmán, el 54 % se le quedó a los judíos, pero con el paso de los años las apropiaciones se han hecho más grandes con conquistas como la Franja de Gaza y cuidades como Jerusalén. En 2020 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró que la ocupación de las tierras palestinas era ilegal de acuerdo con el derecho internacional. 

  

Reiterando lo ocurrido en Gaza, esta ciudad se ha convertido en una prisión para la comunidad palestina, pues en ella hay 2.3 millones de ciudadanos que viven en situación de pobreza, inseguridad alimentaria y con nulo acceso a medios de producción para satisfacer sus necesidades básicas. Miles de civiles han sido masacrados por años, lo que ha causado una respuesta violenta en ofensiva que hoy desembocó en la guerra. 

  

Tras el ataque de Hamás, se ha comentado que este grupo no representa completamente los deseos de liberación del pueblo palestino; sin embargo, las consecuencias de sus acciones se han vertido en contra de los civiles. Esto se ha visto con masacres, bombardeos y asesinatos similares a los que denuncia Israel. Ahora se anunció que Israel seguirá recibiendo apoyo de otras naciones y Palestina sufrirá impactos como el corte a suministros de energía, combustible y alimentos, inclusive si con esto se afecta a inocentes. 

  

Se calcula que hay 700 muertos y 2,200 heridos en Israel, además de las personas raptadas y de las que no se conoce su paradero. Mientras tanto, en Palestina ya se cuentan aproximadamente 413 muertes y 2,300 heridos, más los que se acumulen en los próximos días de combate. Más allá de las posturas a favor o en contra de un bando u otro, quienes mueren son civiles.

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