
La subvariante JN.1 de ómicron, derivada de BA.2.86, generó alarma a nivel mundial debido a su rápido crecimiento. Fue descubierta por el científico de datos del Reino Unido, Dave McNally, y está por alcanzar 50 % de dominancia en Dinamarca, demostrando ser también dominante en Europa, incluyendo Países Bajos, Irlanda, así como Australia, Nueva Zelanda, China, Japón y otros lugares.
Aunque Estados Unidos inicialmente se preocupaba por la variante BA.2.86, JN.1 mostró un crecimiento sostenido en comparación. A pesar de que actualmente representa menos del 50 % de las secuencias genómicas en Estados Unidos, los expertos advierten que la ola está arraigándose y podría contribuir al aumento de hospitalizaciones.
Respecto a la elevación de la variante Omicron JN.1 en el mundo. procede de una serie de recombinantes desde las XBBs a BA.2.86, y la derivativa JN.1 que porta una mutación en la proteína spike (L455S) y que va hacia la dominancia global. Abro hilo... pic.twitter.com/HTjI2SMg4R
— Manuel Muro (@manuelmuro5) December 6, 2023
La subvariante hizo que se plantearan algunas preguntas sobre la evolución continua del SARS-CoV-2, y aunque las cifras actuales de JN.1 son bajas en comparación con otras variantes, los científicos señalaron que esto no indica una pausa en la evolución futura del virus.
En cuanto a la respuesta de las vacunas, se dio a conocer que los biológicos actualizados, específicamente el refuerzo XBB.1.5, muestran una buena reactividad cruzada contra JN.1, ofreciendo una protección sólida. A pesar de ello, se señaló que solo el 16 % de los adultos estadounidenses elegibles recibieron una dosis de refuerzo, siendo esencial para aquellos en grupos de alto riesgo no interrumpir sus esquemas de vacunación.