¿Será? Quesque San Alejandro ahora sí estará listo en septiembre

¿Será? Quesque San Alejandro ahora sí estará listo en septiembre

Foto: Enfoque

Tras el sismo del 19 de septiembre del 2017, Puebla fue uno de los estados donde más se vieron afectaciones, pues se registraron múltiples daños a templos, casas y casonas del estado. Sin embargo, la obra que más daño recibió y que incluso quedó inutilizable fue el Hospital de San Alejandro, uno de los más importantes para la entidad y que, a casi siete años de la tragedia, no ha reabierto sus puertas.

 

El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)Zoé Robledo Aburto, dijo recientemente que la inauguración del nosocomio, en su momento el más grande de Latinoamérica, estará en funciones para septiembre de este año. El hospital estuvo más de cinco años en abandono hasta antes de que se iniciara su reconstrucción, por lo que es incierto si realmente estará listo para la fecha.

 

Y es que, antes de que Zoé Robledo anunciara que estará operando en septiembre, fueron varias las ocasiones en que el gobierno federal prometió que San Alejandro volvería a operar. Esta sería la obra de salud que más se prolongó durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que otros hospitales que se construyeron en este gobierno no demoraron igual.

 

Los avances en San Alejandro

 

Durante la mañanera de AMLO el 21 de mayo, Zoé Robledo aseguró que San Alejandro quedará listo para funcionar en septiembre próximo, contando con 180 camas y seis quirófanos, esto con una inversión de 1,687 millones de pesos. El nosocomio quedó inutilizable en septiembre del 2017, cuando el presidente era Enrique Peña Nieto, pero en su último año no inició la reconstrucción.

 

Entrado el gobierno de la 4T, tampoco se apresuró la reconstrucción del hospital, ya que la obra inició formalmente hasta diciembre del 2022, es decir, más de cinco años después del sismo. En año y medio de obras, el hospital todavía está en construcción, con avances significativos comparado con lo que se veía un año atrás, pero aún lejos de su conclusión.

 

 

El 22 de febrero del 2024, un año y dos meses después de que iniciaron las obras de reconstrucción, durante la visita de AMLO a Puebla, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina informó que el hospital de San Alejandro llevaba un avance del 40 %. Por su parte, López Obrador aseguró que este concluiría antes de que termine el año y previo a que finalice su administración.

 

Lo anterior significa que, desde que arrancó la obra en diciembre del 2022 a febrero del 2024, se tuvo un promedio del 2.85 % de avance mensual en las obras del hospital. En este sentido, si se tuvo el mismo ritmo de trabajo en los últimos meses se tendría un avance de casi el 50 %, por lo que en cuatro meses se tendría que acabar casi la mitad del hospital.

 

La conclusión de San Alejandro, en caso de quedar en la fecha prometida por Zoé Robledo, sería en menos de dos años. A lo largo de este sexenio se han construido varios hospitales que se concluyeron en lapsos de tiempo similares. Por ejemplo, el Hospital General de Querétaro que se inauguró el 26 de febrero del 2021, inició obras en noviembre del 2018, poco antes de que iniciara el sexenio de AMLO.

 

Si bien la obra arrancó en los últimos días del sexenio de Peña Nieto, estuvo a cargo casi en su totalidad del mandato del presidente López Obrador. Entre el inicio de su construcción y la fecha que se inauguró, pasaron dos años y tres meses.

 

En Puebla ya se tiene historial para saber cuánto demora la edificación de un nuevo nosocomio, esto con la inauguración del Hospital Regional de Zona 35 del IMSS en Cuautlancingo, el cual se inició operaciones el 4 de mayo del 2023 tras un tiempo de obras de nueve meses, siendo uno de los más rápidos en edificarse.

 

Aunque el Hospital de San Alejandro podría estar operando para septiembre del 2024, en reiteradas ocasiones se retrasó su inauguración, por lo que no hay garantías de que realmente esté listo para dicho mes. En caso de que sí, su construcción oficialmente tomaría poco más de dos años, aunque en los hechos habrían pasado siete años desde que este quedó inutilizable.

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