
La pandemia por COVID-19 generó graves afectaciones en el aprendizaje de los estudiantes; junto a la crisis sanitaria, se gestó la crisis educativa, para lo cual, la Secretaría de Educación Pública (SEP) tomó la decisión de que los alumnos de primaria y secundaria no podrían ser reprobados en el periodo 2021-2022 para evitar el rezago estudiantil.
Pero a partir del siguiente ciclo escolar la SEP cambió los criterios de evaluación y, a partir del segundo bimestre del 2022-2023, los profesores volvieron a dar calificaciones reprobatorias a los alumnos de tercero a sexto de primaria.
Con el ciclo escolar 2023-2024, se cumple el segundo año que la autoridad educativa a nivel federal autorizó a los docentes que los alumnos que no acrediten los conocimientos suficientes en sus materias puedan ser reprobados.
De acuerdo a las pruebas ejecutadas por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), los alumnos de primaria y secundaria están reprobados con calificaciones inferiores a 60, en una escala de evaluación de 1 a 100 %, donde 100 es la mejor puntuación.
La evaluación tomó en cuenta aspectos de Lectura, Matemáticas y Formación Cívica y Ética; sin embargo, en las dos primeras asignaturas es donde hay mayor preocupación de parte de los profesores, ya que los resultados revelaron que los estudiantes no son capaces de localizar y extraer e integrar información, ni deducir y analizar la estructura de los textos.
De acuerdo con los resultados, los alumnos de segundo de primaria serían los mejor calificados con una puntuación de 61.9 % de aciertos, seguiría tercer grado con 49.9 %, cuarto de primaria con 38.8% y finalmente quinto con 38.9%.
Sin embargo, dentro de este contexto, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó los alcances y la pertinencia de esta evaluación para abonar a la mejora de la educación. El IMCO concluyó que las pruebas diagnósticas de Mejoredu son insuficientes para trazar la política educativa de México, debido a sus limitaciones metodológicas y al corto alcance en su aplicación.
Asimismo, concluye que estas evaluaciones, aunque sirven de retroalimentación, no son suficientes para guiar la política educativa, ya que los resultados y su interpretación son poco concluyentes, debido a las limitaciones metodológicas y de implementación.
De acuerdo a la SEP, en el segundo nivel de la Educación Básica, donde los niños y niñas aprenden a leer y escribir para comunicarse, desarrollan sus habilidades matemáticas, aprenden a convivir, a explorar el mundo, comprenderlo y desarrollarse como personas, se atienden niños de 6 a 14 años (primaria general), a población de 9 a 14 años en situación de riesgo (Programa SEAP 9-14) y a jóvenes y adultos de más de 15 años que no han iniciado o concluido su Educación Primaria.
Con relación a las posibles causas de la repetición de grado escolar existen algunos factores como las condiciones socioeconómicas del estudiante y su familia, así como factores personales, tanto emocionales como propias dificultades para el aprendizaje.
Sin embargo, también hay factores relacionados con el contexto tales como las políticas y programas inadecuados o insuficientes para atender las necesidades de los estudiantes con rezago educativo; o factores del entorno social de los estudiantes en donde la educación pareciera devaluarse o perder su sentido al priorizar otros valores e intereses por encima de la importancia del desarrollo de las personas a través de la educación.