Disciplina o tortura: la realidad de la educación militar en México

Disciplina o tortura: la realidad de la educación militar en México

Foto: FreePik

El caso de Erick Terán, un adolescente de 13 años, ha generado conmoción en México tras su fallecimiento durante un campamento organizado por la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc, en el estado de Morelos.

 

Este incidente ha puesto en el centro del debate las prácticas disciplinarias en instituciones educativas de corte militarizado y la supervisión de actividades extracurriculares para menores de edad.

 

¿Qué sucedió con Erick?

 

El 23 de abril de 2025, Erick Terán participaba en un campamento de supervivencia organizado por la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc. Durante esta actividad, el joven fue presuntamente sometido a abusos físicos que resultaron en su muerte.

 

La institución ha negado que el menor haya sido golpeado; sin embargo, las circunstancias de su fallecimiento han suscitado múltiples denuncias y una investigación en curso.

 

Tras su muerte, se han presentado al menos cuatro denuncias relacionadas con malos tratos en la misma academia. Uno de los casos más destacados es el de Fernando, compañero y mejor amigo de Erick, quien regresó del campamento con una fractura en el brazo.

 

 

Según testimonios, Fernando fue obligado a participar en una pelea como parte de una dinámica para “ganarse la comida”, a pesar de tener una fractura previa y contar con una recomendación médica que le impedía llevar a cabo actividades físicas.

 

Prácticas en colegios militares

 

Las escuelas militares en México, como el Heroico Colegio Militar (HCM) y la Heroica Escuela Naval Militar, han sido objeto de denuncias por prácticas disciplinarias que, según testimonios y reportajes, podrían constituir violaciones a los derechos humanos. Estas prácticas incluyen castigos físicos y sicológicos que, en algunos casos, han sido calificadas como actos de tortura.

 

Investigaciones periodísticas han documentado métodos de castigo como la “posición de mortero”, donde los cadetes deben sostener su peso corporal con la cabeza, y “el vampiro”, que implica colgar a los cadetes cabeza abajo mientras se les dificulta la respiración con talco. Estas prácticas, según testimonios, no forman parte del entrenamiento oficial y son conocidas dentro de las instituciones militares.

 

Además, se han reportado casos de violencia física, sicológica y sexual, así como extorsiones económicas dentro de estas instituciones. Por ejemplo, se ha documentado la práctica de “la sangrada”, donde se les quita a los cadetes su beca bajo amenaza de ser golpeados.

 

¿Violación de derechos humanos?

 

Expertos en derechos humanos han señalado que el entrenamiento militar en México puede inducir a la tortura, ya que muchas de estas prácticas forman parte de un adoctrinamiento que potencia la personalidad torturadora de los elementos militares cuando interactúan con civiles.

 

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas considera la tortura como una violación a los derechos humanos, ya que implica causar sufrimiento físico o mental a una persona. Por lo tanto, las prácticas documentadas en las escuelas militares mexicanas podrían entrar en esta categoría.

 

En respuesta a estas denuncias, el gobierno mexicano ha tomado medidas para reformar el sistema de educación militar. En agosto de 2024 se modificó el Reglamento de la Ley de Educación Militar del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para establecer como causa de baja el maltrato físico, sicológico o verbal a otros estudiantes.

 

Estas reformas buscan prevenir acciones que pongan en riesgo la integridad física o la salud de los cadetes. Sin embargo, la implementación efectiva de estas reformas y la erradicación de las prácticas abusivas siguen siendo desafíos pendientes. La persistencia de estos abusos sugiere la necesidad de una supervisión más estricta y de mecanismos de denuncia efectivos para proteger los derechos de los cadetes.

 

Mitos y realidades de los colegios militares

 

Los colegios militares en México han sido idealizados como instituciones que forjan el carácter y la disciplina. Sin embargo, las denuncias de abusos y violaciones a los derechos humanos revelan una realidad más compleja.

 

Si bien es cierto que estas instituciones han formado a muchos líderes y profesionales destacados, también es necesario reconocer y abordar las prácticas que contravienen los principios de dignidad y respeto a los derechos humanos.

 

A lo largo de los años, diversas escuelas militares en México han sido objeto de denuncias por casos de maltrato, abuso físico y sexual, así como por prácticas disciplinarias que podrían considerarse violatorias de los derechos humanos.

 

  1. Malos tratos en la Escuela Preparatoria Militarizada Mixta “Ángel Albino Corzo” (2020)
    En 2020, se difundió un video en redes sociales que mostraba a directivos, maestros e instructores de esta escuela en Chiapas azotando a estudiantes con una regla. La Secretaría de Educación del estado abrió un expediente para investigar los hechos y determinar responsabilidades.
  2. Violación tumultuaria en la Escuela Militar de Oficiales de Sanidad (2021)
    En 2021, dos sargentos fueron procesados por la violación de una cadete. Según informes, los agresores ofrecieron bebidas alcohólicas a la víctima y, tras su consumo, la llevaron a un cuarto donde ocurrió la agresión. Ambos fueron detenidos y se les dictó prisión preventiva justificada.
  3. Malos tratos en la Heroica Escuela Naval Militar (2022)
    La CNDH investigó denuncias de tortura y abuso sicológico en esta institución. Un teniente de fragata reportó amenazas y represalias por defender a cadetes que alegaban malos tratos. Se documentaron prácticas como inspecciones indebidas y presiones durante consejos de disciplina.

 

Casos como los mencionados y el más reciente, el de Erick, reflejan la necesidad de una revisión profunda de las prácticas disciplinarias en las instituciones militares educativas de México.

Notas Relacionadas