
La partida de Diana Huerta, hija del reconocido periodista poblano Carlos Martín Huerta, dejó un profundo dolor entre quienes la conocieron. Pero también un mensaje de esperanza: su familia decidió donar sus órganos, un acto de amor que ha inspirado a muchos y reavivado una conversación sobre la cultura de la donación en México.
De acuerdo con datos recientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 2024 se llevaron a cabo más de 3,200 trasplantes de órganos y tejidos, pero aún existen cerca de 20,000 personas en lista de espera para recibir un órgano que les salve la vida o mejore su calidad de vida.
✝️???? El viernes por la mañana comenzaba un buen fin de semana, trabajaría con mi hija en la Feria, serían buenos momentos de convivencia y de realización de proyectos, pero a las 11:30 hrs Dios dispuso otra cosa y mi Diana sufrió un derrame cerebral.
— Carlos Martin Huerta (@carlosmartinh) April 28, 2025
Llegó a urgencias en paro y… pic.twitter.com/ktTpTMnMPj
¿Cómo funciona el proceso de donación de órganos?
La donación de órganos, tejidos y células en México es un proceso gratuito que se rige por los principios de gratuidad, altruismo, solidaridad y confidencialidad. Para ser donante, una persona debe ser mayor de edad, aceptar libremente la decisión de donar y comunicarla a su familia. La manifestación de esta voluntad puede hacerse mediante un formulario oficial o descargando la credencial de donante en las plataformas de la Secretaría de Salud y el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA).
Cuando una persona fallece, el proceso de donación se inicia con una evaluación médica para determinar la viabilidad de los órganos y tejidos. Se entrevista a la familia responsable para obtener su consentimiento para la extracción. El cuerpo del donante recibe cuidados médicos hasta la cirugía, que se lleva a cabp con técnicas estériles y respetando la dignidad del cuerpo.
No en todos los casos de muerte es posible donar órganos. La donación más común se hace cuando se diagnostica muerte encefálica, que es la pérdida irreversible de las funciones cerebrales, aunque el cuerpo puede mantenerse con soporte artificial.
En estos casos se pueden donar órganos como corazón, pulmones, hígado, riñones, intestino y páncreas, así como tejidos como córneas, huesos, piel, tendones y vasos sanguíneos.
Cuando la muerte es por paro cardíaco irreversible, generalmente solo es posible donar tejidos (córneas, hueso, piel, tendones y vasos sanguíneos).
Asimismo, en vida también es posible donar ciertos órganos o partes de ellos, como un riñón o un segmento de hígado, siempre que la función del órgano donado pueda ser compensada por el organismo del donante.
¿La familia puede decidir?
Aunque una persona pudo haber manifestado su voluntad de ser donante, la familia tiene un papel importante en el proceso. La Ley General de Salud establece que, tras la certificación de la muerte, se debe obtener el consentimiento por escrito de algún familiar cercano (cónyuge, hijos, padres o hermanos) para proceder con la donación.
Existen dos tipos de consentimiento: el expreso, cuando la persona manifiesta claramente su voluntad de donar, y el tácito, cuando no hay una negativa expresada pero se requiere igualmente el consentimiento familiar para proceder.
En la práctica, la familia puede oponerse a la donación, incluso si el fallecido había expresado su deseo de donar, lo que representa un reto para el sistema de salud y la cultura de donación en México.
Si la persona no expresó su voluntad de donar ni de no donar, la familia tiene la facultad de decidir. Por otro lado, si la persona expresó claramente que no desea donar, su voluntad debe respetarse.
¿Dónde se aplica el procedimiento?
El proceso de donación y trasplante debe llevarse a cabo en hospitales autorizados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), que cuentan con licencia sanitaria para la procuración y trasplante de órganos y tejidos. Estos hospitales tienen las condiciones necesarias para mantener los órganos viables y llevar acabo las cirugías correspondientes.
El Centro Nacional de Trasplantes coordina la asignación de órganos y la lista de receptores, tomando en cuenta criterios médicos como la gravedad del receptor, compatibilidad y ubicación hospitalaria.
En Puebla, por ejemplo, el Hospital de Traumatología y Ortopedia del IMSS, el Hospital Universitario BUAP y algunos privados como el Hospital Ángeles tienen autorización para hacer trasplantes.