
Un estudio llevado a cabo por la editorial Harper Collins reveló que menos de la mitad de los niños menores de cuatro años escuchan cuentos leídos por sus padres con regularidad, y solo un tercio de los menores entre cinco y diez años elige leer por placer. Estas cifras han caído significativamente desde 2012, y asegura que se da sobre todo en padres jóvenes pertenecientes a la generación Z.
Los investigadores advierten que, aunque está comprobado que leer en voz alta fomenta el interés por la lectura, cada vez son menos los padres que lo hacen. En el caso de los adultos jóvenes, casi uno de cada tres ve los libros como una herramienta educativa, más que como una fuente de disfrute, una proporción mayor que entre los padres de generaciones anteriores.
Para entender esta tendencia, se encuestó a más de 2,000 padres con hijos desde recién nacidos hasta adolescentes. Muchos señalaron obstáculos como la falta de tiempo y el exceso de tareas escolares como razones por las que no comparten historias con sus hijos al final del día.
El estudio también sugiere que el entorno digital influyó en este cambio, pues al haber crecido en un mundo donde el entretenimiento está a un clic de distancia, muchos padres jóvenes tienden a optar por opciones tecnológicas antes que por libros para entretener a sus hijos.
Solo cuatro de cada diez padres describen la experiencia de leerles a sus hijos como divertida, y mientras una parte de ellos desearía tener más tiempo para hacerlo, casi la mitad siente que la carga escolar de los menores no deja espacio para la lectura recreativa.
Además, los datos mostraron una diferencia importante entre géneros, ya que las niñas reciben lectura en voz alta con mayor frecuencia que los niños. En el grupo de cero a dos años, a menos de un tercio de los niños les leen diariamente, frente a casi la mitad de las niñas.
Los resultados provienen de una encuesta nacional llevada a cabo a finales de 2024 por NielsenIQ BookData, como parte del estudio sobre el comportamiento del consumidor de libros infantiles en el Reino Unido.