Aprender a manejar puede ser un proceso desafiante. Algunas personas optan por aprender con la ayuda de un familiar o amigo, mientras que otras prefieren hacerlo solas o con la asistencia de un instructor profesional.
La elección del método de aprendizaje puede ser una gran diferencia ya que entran factores significativos como la experiencia, la seguridad y la efectividad del proceso.
¿Hay diferencia entre estos métodos de aprendizaje?
La elección depende de los recursos, personalidad y necesidades. Las escuelas ofrecen la mejor combinación de seguridad, estructura y preparación, pero son más costosas. Aprender con un familiar es económico y flexible, pero menos estructurado y potencialmente riesgoso. Practicar solo es útil solo para lo básico y en entornos seguros, pero no es suficiente para dominar el manejo.
A continuación, te desglosamos las ventajas y desventajas de cada uno:
Aprender con un familiar o amigo, te ayuda a reducir la ansiedad inicial, especialmente para personas nerviosas, ya que el entorno es más cómodo; no hay que pagar por clases, solo cubrir el combustible del vehículo y puedes enfocarte en áreas específicas donde necesites mejorar, sin seguir un currículo rígido.
La contra, es que los familiares o amigos pueden ser buenos conductores, pero no buenos maestros; pueden carecer de paciencia o no explicar conceptos clave y podrían enseñar técnicas que no cumplen con las buenas prácticas de manejo o las reglas de tránsito. Además, es posible que no te expongan a situaciones complejas, como manejar en lluvia, tráfico intenso o carreteras, por falta de experiencia de supervisión.
Por otro lado, aprender a manejar por sí solo te permite explorar el vehículo a tu ritmo y ganar confianza en los conceptos básicos, además de que no hay nadie corrigiéndote constantemente, lo que resulta útil para quienes se estresan con críticas.
No obstante, aprender bajo este método, especialmente en vías públicas, es peligroso, ya que no tendrás a nadie que corrija tus errores en tiempo real, lo que puede reforzar malos hábitos. Además de desconocer las señales de vialidad, difícilmente aprenderás técnicas avanzadas, como estacionarte o reaccionar en emergencias, sin un guía.
Ahora, dentro de las ventajas de aprender en una escuela de manejo es que siguen un plan que cubre desde los puntos básicos como los pedales, hasta lo avanzado como el manejo defensivo y situaciones de riesgo, asegurando un aprendizaje completo.
La mayoría de los vehículos de las escuelas suelen tener pedales dobles, permitiendo al instructor intervenir si cometes un error grave; te llevan a entornos variados de forma progresiva y, además, te instruyen para aprobar el examen de manejo, tanto teórico como práctico.
¿La forma en que se aprende influye en los accidentes viales?
En Puebla, estos los incidentes automovilísticos son un problema significativo, ya que tan sólo el año pasado se reportó un aumento de más de 50 % de peatones lesionados por accidentes de tránsito. Y los métodos de aprendizaje pueden influir en los accidentes viales debido a la calidad de la preparación, el desarrollo de habilidades y la interiorización de actitudes preventivas.
Aprender con un familiar o amigo, a menudo carece de estructura y puede transmitir malos hábitos, como no usar el cinturón de seguridad, ignorar señales de tránsito, o conducir de manera agresiva. Incluso, la nula exposición a situaciones de riesgo deja al conductor novato menos preparado para reaccionar ante imprevistos.
Mientras que las escuelas de manejo profesionales ofrecen una formación estructurada que incluye técnicas de manejo defensivo, conocimiento de normas de tránsito y práctica en situaciones reales, reduciendo la probabilidad de errores humanos, que son la principal causa de accidentes.