
Este jueves 8 de mayo de 2025, el Cónclave que busca elegir al sucesor número 267 de San Pedro emitió una fumata negra a las 6:00 horas, tiempo local de Italia, señal de que no se alcanzó el consenso necesario en la votación matutina. En Ciudad de México, la señal fue visible a las 22:00 horas del miércoles.
La jornada comenzó temprano con la oración de las Lodi a las 9:00 horas en la Capilla Sixtina, seguida de la primera votación de la mañana alrededor de las 10:30 horas. Según reportes de ACI Prensa, esta votación no alcanzó el quórum requerido de 89 votos y no se logró elegir al nuevo pontífice.
Posteriormente, se llevó a cabo un segundo escrutinio cerca del mediodía, el cual tampoco obtuvo resultados favorables. Este escrutinio concluyó con la emisión de una fumata negra, la primera del día, que confirmó la falta de consenso entre los cardenales electores.
El proceso continúa esta tarde con otras dos votaciones programadas a las 17:30 y poco después de las 19:00 horas, tiempo de Italia, de acuerdo con información de Corriere della Sera. Se espera que una nueva fumata negra si no hay acuerdo o blanca si se elige papa, sea visible tras concluir dichas votaciones.
Dicha combustión que genera la señal de humo emplea mezclas químicas específicas: perclorato, azufre y resina para el color negro, y lactosa con clorato para el color blanco. Este sistema fue formalizado en el siglo XX para garantizar la claridad de la señal, evitando confusiones entre los fieles congregados en el Vaticano.
La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996, establece que tras tres días completos de votaciones sin resultados, los cardenales deben realizar una pausa obligatoria para oración y reflexión antes de continuar con nuevas rondas.
El Colegio de Cardenales está integrado por 133 electores menores de 80 años, procedentes de 71 países, reflejando una composición diversa en la historia de la Iglesia. Entre ellos figuran Mykola Bychok, de 45 años, el más joven del grupo, y Carlos Osoro Sierra, de 79 años, uno de los más veteranos.
Todos los participantes del cónclave juraron mantener el secreto absoluto del proceso, bajo pena de excomunión automática (latae sententiae), y no pueden utilizar celulares, grabadoras ni ningún medio de comunicación. El aislamiento es total hasta que se proclame al nuevo papa con el tradicional anuncio Habemus Papam. (NotiPress)