Microsoft enfrenta enfrenta una crisis con su chip cuántico Majorana 1

Microsoft enfrenta enfrenta una crisis con su chip cuántico Majorana 1

Foto: Microsoft News, Sergio F Cara

A tres meses de su anuncio, el Majorana 1, el chip cuántico presentado por Microsoft como un salto revolucionario en la computación cuántica, volvió al centro del debate científico. La falta de evidencia experimental que respalde sus resultados clave suscitaron cuestionamientos sobre la validez de los estudios que sustentan su desarrollo.

 

Según reportes de Science y Retraction Watch, correos electrónicos privados entre los autores del artículo base "Ballistic superconductivity in semiconductor nanowires", publicado en 2017, revelaron tensiones internas y reconocimientos sobre posibles irregularidades en los datos. De acuerdo con estas fuentes, uno de los investigadores admitió que el reporte original incluía "manipulaciones de datos no reveladas", lo que plantea dudas sobre los cimientos del Majorana 1.

 

Microsoft sostiene que su chip logra superar dos retos fundamentales en la computación cuántica: la confiabilidad de los qubits y la escalabilidad de la potencia. Según sus comunicados, esto fue posible al crear un qubit topológico a partir de las partículas teóricas de Majorana, su estado cero y un nanocable especializado que actúa como soporte. La compañía comparó este logro con rediseñar el transistor, una afirmación que ahora enfrenta creciente escepticismo.

 

El centro de la controversia radica en que las partículas de Majorana, fundamentales para el qubit topológico, requieren condiciones extremadamente específicas de interacción electrónica, superconductividad y campos magnéticos. Sin embargo, no se presentaron evidencia accesible al escrutinio científico externo que confirme su existencia ni su comportamiento como qubits funcionales. Tampoco se definió un método claro y replicable para medir los modos de Majorana, esenciales para el chip.

 

Science reveló que, en la investigación original, se hicieron pruebas con 21 uniones de nanocables para detectar Majoranas, pero solo se publicaron los resultados de las cuatro más favorables. Esta discrepancia fue confirmada en correos donde Vincent Mourik, coautor del estudio, preguntó a Önder Gül si conocía estas manipulaciones antes de la publicación. "Sí, lo sabía", respondió Gül, quien explicó que no compartió la información porque "no lo consideró importante en ese momento".

 

Aunque Gül reconoció la omisión, no admitió manipulación de datos. Por su parte, Leo Kouwenhoven, líder de la investigación y exempleado de Microsoft, negó las acusaciones. Otros coautores también manifestaron su preocupación por la falta de rigor científico.

 

Un mes antes de que se filtraran los correos, la revista Nature emitió una expresión editorial de preocupación sobre el artículo base, tras recibir advertencias de dos de los autores originales, quienes solicitaron ser retirados como colaboradores. El estudio fue llevado a cabo en el laboratorio de la Universidad Tecnológica de Delft, financiado por Microsoft, lo que incrementó las dudas sobre la independencia de la investigación.

 

Mientras tanto, Microsoft intenta demostrar la efectividad de Majorana 1 ante un grupo cerrado de expertos. Sin embargo, quienes revisaron la información reportaron no haber encontrado evidencia concluyente. La compañía continúa trabajando para ofrecer pruebas convincentes sobre los modos de Majorana y su aplicación en computación cuántica. (Notipress)

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