Las oportunidades laborales desaparecen cuando el peso se convierte en obstáculo

Las oportunidades laborales desaparecen cuando el peso se convierte en obstáculo

Foto: NotiPress

El doctor José Antonio Castañeda, especialista en cirugía bariátrica, abordó los desafíos que enfrentan las personas con obesidad en sus espacios de trabajo durante una entrevista con NotiPress. Más allá del aspecto clínico, el experto destacó implicaciones laborales, sociales y emocionales que se agravan por la falta de comprensión institucional sobre esta enfermedad.

 

Muchas empresas se convierten en entornos que dificultan el desempeño diario de quienes viven con obesidad. Según el doctor, estas personas pueden experimentar limitaciones físicas incluso en tareas básicas: "tienen limitaciones físicas para agacharse, para hacer quizás necesidades básicas, para recoger algún instrumento, inclusive para manejar".

 

Frecuentemente, estos obstáculos no sólo reducen la productividad, también generan consecuencias en la estabilidad laboral. El especialista explicó que algunos trabajadores con obesidad "sufren un despido quizás injustificado o que por el solo hecho de verlos con obesidad no sean candidatos para entrar a llevar a cabo cierto trabajo". Esta situación acentúa la exclusión y promueve un ciclo de deterioro emocional difícil de revertir.

 

Numerosos estudios han documentado el impacto negativo del estigma de la obesidad en el entorno profesional. Según investigaciones publicadas en Obesity Reviews, la discriminación laboral basada en peso corporal puede llevar a menores oportunidades de ascenso, exclusión de procesos de contratación y entornos hostiles para el desarrollo profesional.

 

Además de los factores físicos, se suman consecuencias neurológicas relacionadas con la obesidad. Castañeda puntualizó que esta enfermedad "es una inflamación crónica (…) produce radicales libres a nivel celular y eso hace que se produzca un daño (…) que deriva en predisposición a desarrollar cáncer". Esta carga médica compromete también el rendimiento y la salud mental de los trabajadores afectados.

 

Resulta fundamental considerar el rol de la empresa como actor activo en la prevención de esta problemática. Acciones que favorezcan la inclusión, el acompañamiento emocional y el respeto a la diversidad corporal pueden mejorar significativamente el entorno laboral. El entrevistado mencionó que ignorar esta realidad "los hunde más en la depresión, la ansiedad y el estrés".

 

Una de las formas más eficaces de combatir este fenómeno incluye reconocer la obesidad como una enfermedad crónica y neuroconductual, algunos médicos la llaman epidemia silenciosa. Este enfoque médico permite reemplazar actitudes punitivas por estrategias integradoras que consideren tratamientos multidisciplinarios y apoyo psicosocial. Según el National Institutes of Health (NIH), los programas laborales que incorporan nutrición, actividad física y soporte psicológico presentan mejoras sostenidas en salud y productividad.

 

Actualmente, organizaciones que promueven la diversidad corporal comienzan a generar protocolos internos para prevenir la llamada "gordofobia", término usado para describir actitudes y prácticas discriminatorias hacia personas con sobrepeso. Este tipo de acciones, aunque aún limitadas en muchas regiones, representan un avance hacia ambientes laborales más equitativos.

 

Construir entornos laborales saludables exige reconocer la obesidad como un desafío médico y social que requiere respuestas estructuradas. Iniciativas enfocadas en la educación, la accesibilidad y el bienestar emocional pueden transformar la experiencia de los trabajadores, reduciendo estigmas y fortaleciendo tanto su desempeño como su calidad de vida. (NotiPress)

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