Rap bélico: ¿reflejo de la violencia o fábrica de criminales?

Rap bélico: ¿reflejo de la violencia o fábrica de criminales?

Foto: Freepik

En México, una nueva vertiente musical ha captado la atención del público y la preocupación de las autoridades: el llamado rap bélico. Con letras que relatan la vida de sicarios, el poder de los cárteles y la violencia cotidiana, este subgénero ha sido señalado como una posible apología del crimen organizado. ¿Se trata de un reflejo social o de una influencia peligrosa? Mientras se censuran conciertos y se cuestiona su impacto, la polémica crece: ¿es el rap bélico una amenaza, una expresión artística o ambas?

 

Te interesará leer: Rap bélico, ¿contrapeso a los narcocorridos o nueva apología de la violencia?

 

México es un país con más de 150,000 homicidios dolosos registrados desde 2018 hasta 2023, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. En ese contexto, no sorprende que la violencia impregne también la cultura popular.

 

El llamado "rap bélico", que combina las bases del hip hop con letras crudas sobre el mundo del narcotráfico, se ha posicionado entre las preferencias de los jóvenes en redes sociales y plataformas digitales. Con millones de reproducciones en YouTube y Spotify, artistas como El Fabo, Yng Lvcas y Tornillo han saltado a la fama cantando sobre sicarios, armas, poder y muerte.

 

Pero la creciente popularidad de este género no ha pasado desapercibida. En estados como Aguascalientes, Jalisco y Sinaloa, autoridades han comenzado a cancelar conciertos o prohibir canciones que "hagan apología del delito", especialmente después de la ola de asesinatos vinculados al crimen organizado que sacude constantemente al país.

 

En tanto, expertos señalan que este género podría contribuir a la militarización cultural y a la normalización de la violencia desde otra óptica, exaltando la figura de los uniformados sin abordar las raíces sociales de la violencia. Así, se debate si realmente es un contrapeso a los narcocorridos o simplemente un cambio en el objeto de glorificación.

 

 

Otros géneros musicales que retratan la violencia en el mundo

 

La relación entre música y violencia no es exclusiva de México ni del rap bélico. Diversos géneros en distintas regiones abordan la violencia desde perspectivas variadas:

 

  • Narcocorridos en México y Colombia: narran historias del narcotráfico, exaltando a capos y la vida de lujo, pero también reflejan la realidad violenta de sus contextos sociales. Han sido objeto de censura y prohibiciones por su aparente apología del delito.
  • Cumbia villera en Argentina: expresa la marginalidad y violencia en barrios pobres, siendo también señalada como incitadora de violencia y, en ocasiones, censurada.
  • Rap, hip hop, grime y drill en Estados Unidos e Inglaterra: estos subgéneros a menudo relatan la violencia urbana, el crimen y la vida en las calles. Sin embargo, enfrentan un sesgo que lleva a interpretar sus letras de forma literal y a criminalizarlos, incluso usándolos como evidencia en procesos judiciales. Investigaciones indican que estas músicas no incitan directamente a la violencia y que la criminalización desvía la atención de factores reales de riesgo.
  • Heavy metal y rock: en algunos casos, estos géneros han abordado temáticas violentas o de confrontación, aunque con un enfoque más simbólico o metafórico. En el caso de la violencia contra las mujeres, por ejemplo, se ha detectado su presencia en letras de pop, rock, hip hop y heavy metal, reflejando problemáticas sociales más que incitando a la violencia.

 

¿Se les considera generadores de violencia?

 

En México, géneros como los narcocorridos y ahora el rap bélico han sido objeto de censura y acusaciones de promover la violencia. Sin embargo, a nivel internacional, estudios y expertos cuestionan la relación causal directa entre música y actos violentos. La evidencia científica no respalda que la música violenta provoque delitos; más bien, la censura y la vigilancia policial sobre estos géneros pueden marginar y criminalizar a jóvenes, especialmente de grupos vulnerables.

 

Por ejemplo, la criminalización del drill en Reino Unido ha sido considerada contraproducente, desviando la atención de las verdaderas causas de la violencia juvenil. Además, algunos oyentes de música extrema reportan efectos sicosociales positivos como empoderamiento y alivio emocional, lo que indica que la música puede ser una forma de expresión y afrontamiento, no un generador de violencia per se.

Notas Relacionadas