A 25 años de su estreno, estas son las muertes más impactantes de la saga de "Destino final"

A 25 años de su estreno, estas son las muertes más impactantes de la saga de "Destino final"

Foto: Zide/Perry Productions

La primera entrega de “Destino final” llegó en el año 2000, y demostró que un simple accidente puede desatar una cadena de eventos tan precisos como mortales. Hoy, 25 años después, los directores Zach Lipovsky y Adam B. Stein toman la dirección de la sexta entrega “Destino final: Lazos de sangre”.

 

El nuevo capítulo, protagonizado por Tony Todd, junto a Kaitlyn Santa JuanaBrec Bassinger y Richard Harmon, plantea un giro distinto, pues esta vez, una familia entera queda en envuelta en la trama tras escapar del destino, por lo que las muertes vuelven a ser lo llamativo de la película, recordando algunas de las escenas más icónicas que marcaron la franquicia.

 

La saga arrancó con fuerza desde su primer título, cuando una secuencia de casualidades acabó con la vida de la profesora Lewton, víctima de un incendio y un cuchillo caído del lugar menos esperado.

 

 

O la absurda e inolvidable muerte de Tod, quien murió asfixiado con la manguera de la regadera tras resbalar con el agua.

 

 

En la segunda película, el director David R. Ellis apostó por el exceso con una muerte especialmente cruel, la de Tim, un niño que sobrevive al dentista solo para acabar aplastado por una cristalera al perseguir palomas.

 

 

El tercer capítulo volvió a manos de James Wong y ofreció escenas tan extremas como la de Erin, perforada por una pistola de clavos, o el trágico destino de Ashley y Ashlyn, abrasadas en un solárium.

 

 

En la cuarta entrega, la rutina de verano se convirtió en pesadilla cuando Hunt fue succionado por el sumidero de una piscina, siendo uno de los momentos más gráficos de la saga.

 

 

La quinta parte no se quedó atrás y mostró cómo una práctica de gimnasia artística terminaba en tragedia para Candice, cuya caída desde las barras asimétricas fue fatal.

 

 

Cada película redefinió la manera de ver lo cotidiano, y esta nueva entrega no parece dispuesta a romper esa tradición.

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