
Gran revuelo ha causado la noticia de que Joe Biden, el expresidente de Estados Unidos de 82 años, fue diagnosticado con cáncer de próstata, el cual ha sido descrito como de nivel 9 en la escala de Gleason, lo que significa que es más agresivo de lo habitual, con metástasis ósea confirmada.
Este nivel, refleja que las células cancerosas son muy anormales y propensas a crecer y diseminarse rápidamente.
Cancer touches us all. Like so many of you, Jill and I have learned that we are strongest in the broken places. Thank you for lifting us up with love and support. pic.twitter.com/oSS1vGIiwU
— Joe Biden (@JoeBiden) May 19, 2025
Aunque se reporta que el cáncer es sensible a hormonas, lo que permite tratamientos como la terapia hormonal para controlar su progresión, no se considera curable en esta etapa.
El cáncer de próstata puede ser asintomático en sus etapas iniciales, pero a medida que avanza, especialmente en casos agresivos, pueden manifestarse señales que requieren atención médica.
Uno de los signos más comunes, son los problemas urinarios, ya que el crecimiento de la próstata puede presionar la uretra, causando diversos problemas como dificultad para iniciar o detener la micción, chorro urinario débil, micción frecuente, necesidad súbita de orinar y sensación de que la vejiga no se vacía completamente.
Asimismo, la orina presenta un color rosado, rojo o café y hay presencia de sangre en el semen.
Es común, también, que se presenten dolores pélvicos o lumbares, así como dolor al orinar o eyacular y dolor en caderas, columna o costillas, lo cual es indicativo de metástasis ósea.
En el terreno sexual también se presentan síntomas como la disfunción eréctil y la reducción del volumen de semen o molestias.
En etapas con metástasis, se presentan signos como la pérdida de peso y fatiga, sin causa aparente; hinchazón en piernas, por obstrucción linfática o venosa y dolor óseo intenso o fracturas, debido a metástasis óseas.
El cáncer de próstata ha afectado a diversas figuras públicas, algunas han logrado recuperarse, pero otras, lamentablemente perdieron la batalla contra la enfermedad.
Robert De Niro: el actor neoyorquino fue diagnosticado con cáncer de próstata en 2003, tras chequeos regulares motivados por el fallecimiento de su padre por la misma enfermedad. Gracias a la detección temprana, fue tratado con una cirugía prostatectomía radical, recuperándose completamente para 2011.
Ben Stiller: en 2014, a los 48 años, el actor fue diagnosticado con un cáncer de próstata de Gleason 7 tras una prueba de PSA de rutina, sin síntomas ni antecedentes familiares. Se sometió a una prostatectomía robótica y radioterapia, logrando la remisión completa.
Arnold Palmer: el legendario golfista fue diagnosticado en 1997 a los 67 años. Se le practicó una prostatectomía radical seguida de radioterapia. Vivió casi dos décadas más, falleciendo en 2016 por problemas cardiovasculares no relacionados con el cáncer.
Colin Powell: el exsecretario de Estado de los Estados Unidos, fue diagnosticado en 2003 y tratado con cirugía en el Walter Reed Army Medical Center. Superó la enfermedad y vivió hasta 2021, cuando falleció por complicaciones de COVID-19, no por cáncer de próstata.
John Kerry: el exsecretario de Estado, fue diagnosticado en 2002 a los 59 años, durante su campaña senatorial, se sometió a una prostatectomía radical. La detección temprana permitió una recuperación completa, y ha seguido activo en la política sin recurrencia.
Pero, por otra parte, ha habido celebridades que sucumbieron al cáncer de próstata como:
Dennis Hopper: el actor y director fue diagnosticado en 2009 con cáncer de próstata avanzado, que progresó rápidamente con metástasis óseas. En 2010, su estado de salud era tan frágil que no pudo continuar con quimioterapia, y falleció ese mismo año a los 74 años, nueve meses después del diagnóstico.
Frank Zappa: el músico y compositor fue diagnosticado en 1990 con cáncer de próstata terminal, tras años de síntomas urinarios ignorados. La enfermedad ya presentaba metástasis, y las opciones de tratamiento eran limitadas, por lo cual optó por no someterse a terapias invasivas y falleció en 1993 a los 52 años.
Bill Bixby: conocido por series como The Incredible Hulk, fue diagnosticado con cáncer de próstata en 1991. La enfermedad se diseminó rápidamente, desarrollando metástasis, que le provocó la muerte en 1993 a los 59 años, tras un tratamiento que no pudo controlar la progresión.
Timothy Leary: el psicólogo y escritor, famoso por su defensa del LSD, fue diagnosticado con cáncer de próstata en 1995. La enfermedad estaba en una etapa avanzada con metástasis, falleciendo en 1996 a los 75 años, tras decidir no seguir tratamientos agresivos.
Gary Cooper: la estrella de cine clásico fue diagnosticada con cáncer de próstata en 1960, que se extendió con metástasis óseas y pulmonares. En esa época, los tratamientos eran limitados, por lo cual falleció en 1961 a los 60 años.