Chalecos con placas para motociclistas, la apuesta del gobierno por la seguridad

Chalecos con placas para motociclistas, la apuesta del gobierno por la seguridad

Foto: Enfoque

El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, ha propuesto una iniciativa que obligaría a los motociclistas a portar chalecos reflejantes y cascos con el número de placa visible. Esta medida busca mejorar la seguridad pública al facilitar la identificación de motociclistas y disuadir el uso de motocicletas en actividades delictivas.

 

La propuesta tiene como objetivo principal facilitar la identificación, ya que, al portar el número de placa en chalecos y cascos, se espera que las autoridades puedan identificar más fácilmente a los motociclistas involucrados en incidentes.

 

También disuadir actividades delictivas, ya que la visibilidad de las placas podría reducir el uso de motocicletas en delitos, al aumentar el riesgo de identificación para los infractores.

 

 

Y por supuesto, mejorar la seguridad vial, pues el uso obligatorio de chalecos reflejantes y cascos adecuados también busca proteger a los motociclistas en caso de accidentes, ya que aunque el Reglamento de Tránsito lo marca, muchos conductores o los acompañantes no utilizan el casco de seguridad.

 

Esta medida no es nueva en el país y ha sido adoptada en otros estados con resultados mixtos.

 

Por ejemplo, Chiapas. En enero de 2025, el Congreso de ese estado aprobó una ley que obliga a los motociclistas a portar chalecos con el número de placa y un holograma en el casco. La ciudadanía ha mostrado apoyo a esta medida, considerándola útil para reducir delitos cometidos con motocicletas y mejorar la seguridad vial.

 

En julio del año pasado, Quintana Roo reformó su Ley de Movilidad para incluir la "Ley Chaleco", que exige a los motociclistas usar chalecos y cascos con el número de placa.

 

La implementación ha generado controversia, con manifestaciones de motociclistas que argumentan falta de consulta y preocupaciones sobre posibles abusos. Sin embargo, algunos motociclistas apoyan la medida por su potencial para mejorar la seguridad.

 

Lo cierto es que ambas entidades han sufrido una escalada en los hechos de violencia relacionados con cárteles y grupos criminales que utilizan las motocicletas para la comisión de homicidios y otros hechos delictivos.

 

Pero si bien la iniciativa busca mejorar la seguridad, también enfrenta desafíos como el costo y logística. La implementación requerirá recursos para proporcionar los chalecos y cascos adecuados, así como para supervisar su uso.

 

Además, la aceptación ciudadana, es crucial que las autoridades involucren a los motociclistas en el proceso para garantizar una implementación efectiva y evitar conflictos. También se deben establecer mecanismos para evitar que la medida sea utilizada para extorsionar o discriminar a los motociclistas.

 

Las causas más comunes por las cuales las motocicletas son aseguradas por autoridades como la Secretaría de Seguridad Ciudadana y Secretaría de Seguridad Pública del Estado, es la falta de documentación, ya que muchos conductores no portan la tarjeta de circulación, licencia de manejo específica para motocicleta o las placas correspondientes.

 

La omisión del casco de seguridad es una infracción frecuente y representa un riesgo significativo en caso de accidentes. Otra es el exceso de pasajeros. Transportar a más personas de las permitidas en la motocicleta es otra infracción común detectada durante los operativos.

 

 

Además, se verifica que las motocicletas no tengan reporte de robo mediante la consulta del número de serie en la base de datos correspondiente, por lo que ocasionalmente, en los operativos contra motociclistas interviene también la Fiscalía General del Estado.

 

La experiencia en otros estados muestra que, aunque la medida tiene potencial, su éxito depende de una implementación cuidadosa, con participación ciudadana y salvaguardas contra posibles abusos.

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