El eterno problema de las inundaciones, ¿qué está fallando?

El eterno problema de las inundaciones, ¿qué está fallando?

Foto: Enfoque

Las lluvias apenas están iniciando en Puebla y ya han causado grandes “encharcamientos”, convirtiendo algunas calles de la capital en verdaderos ríos. Y es que, pese a las campañas de Agua de Puebla que lleva a cabo labores preventivas como limpieza de alcantarillas y drenajes, las inundaciones siguen siendo un problema recurrente cada temporada de lluvias.

 

Según la empresa, afirma ejecutar acciones de desazolve y mantenimiento, y acusa que la basura acumulada es la que obstruye hasta 80 % de las alcantarillas y agrava los encharcamientos. Pero varios poblanos señalan que estas supuestas labores preventivas no son suficientes o no se hacen a tiempo en áreas críticas.

 

El sistema de drenaje en la capital tiene problemas estructurales y operativos que provocan las inundaciones cada temporada de lluvias. De inicio, cuenta con una infraestructura obsoleta, es antigua y no está diseñada para soportar el crecimiento poblacional ni la urbanización extensiva, saturando las redes durante lluvias intensas. A esta problemática hay que sumarle la urbanización descontrolada, que, con superficies impermeables como el concreto, aumenta la escorrentía, sobrecargando el drenaje.

 

También la falta de mantenimiento es un punto a resaltar, ya que, aunque se llevan a cabo desazolves, estos no son suficientes ni oportunos, provocando inundaciones en diversas zonas. Además, no existen soluciones integrales; hacen falta proyectos significativos para modernizar la infraestructura o implementar soluciones como drenaje sustentable.

 

¿Qué ha hecho (y qué no) Agua de Puebla por solucionar esta situación?

 

Según la empresa, ha encabezado diversas acciones para solucionar el problema, como haber desazolvado más de 2,500 km de la red de drenaje pluvial y residual, incluyendo 500 km en lo que va del año; haber dado mantenimiento a 1,100 km de drenaje, 16,000 accesorios pluviales, 12 pasos a desnivel y 20 vialidades principales.

 

 

Además, ha identificado 28 puntos de mayor concentración de agua en la ciudad y asegura priorizar su atención con personal especializado, y reporta llevar a cabo campañas de concientización, exhortando a la ciudadanía a no tirar basura en las calles y a mantener limpios los frentes de las casas para evitar obstrucciones. Pero, a pesar de estas acciones, hay críticas sobre las omisiones o insuficiencias en las que ha incurrido este organismo, como la falta de inversión en infraestructura nueva, ya que, hasta el momento, no se han reportado proyectos significativos para modernizar o ampliar la red de drenaje.

 

El mantenimiento en puntos de mayor concentración de agua pluvial es insuficiente y, regularmente, bastante tardío, evidenciando que las labores preventivas no son suficientes o no se ejecutan a tiempo.

 

Algunos estudios apuntan que Agua de Puebla es deficiente en la implementación de medidas preventivas en zonas abastecedoras de agua y en la conservación del recurso hídrico, con opacidad en el manejo de datos sobre descargas residuales. Además, no existe evidencia de que la concesionaria haya implementado soluciones estructurales, como sistemas de drenaje sustentable o infraestructura verde, así como la adopción de ecotecnias y tecnologías innovadoras.

 

Pero, además de Agua de Puebla, la responsabilidad de las inundaciones recae también en varios actores, iniciando con la autoridad municipal, quien es la responsable de la planeación urbana, la construcción y el mantenimiento de infraestructura pluvial, como canales, colectores y rejillas.

 

 

Los ciudadanos también son corresponsables, contribuyendo al arrojar basura a la vía pública, lo que obstruye alcantarillas y coladeras. La poca participación en campañas de limpieza o el hábito de tirar desechos en la calle agravan las inundaciones.

 

Las constructoras deben garantizar que los nuevos fraccionamientos y desarrollos urbanos incluyan sistemas de drenaje adecuados. La urbanización descontrolada, especialmente en zonas periféricas, ha reducido áreas de absorción natural y sobrecargado el sistema de drenaje existente.

Notas Relacionadas