Del éxito al fallo: así fue el accidentado vuelo de Starship rumbo a Marte

El cohete Starship, elegido para el proyecto de Elon Musk con la intención de llevar humanos a Marte, alcanzó la órbita terrestre durante su noveno vuelo de prueba, pero perdió combustible y se desintegró antes de completar su misión, cayendo en el océano Índico.

La cuenta atrás del lanzamiento fue brevemente interrumpida antes de que la nave despegara finalmente a las 19:37 horas del 27 mayo, desde Starbase, la base situada en Texas cerca de la frontera con México. El cohete, de 121 metros de altura, estaba equipado con un propulsor Super Heavy con 33 motores Raptor y una segunda etapa conocida también como Starship.

Aunque el despegue fue exitoso en comparación con intentos anteriores que acabaron en explosión, la situación cambió una hora después, cuando la nave, ya en órbita, comenzó a presentar problemas y SpaceX perdió contacto con ella.

Dan Huot, portavoz de la empresa y presentador del evento, explicó que una fuga de combustible impidió controlar la altitud necesaria para la reentrada. Además, la nave no logró abrir una compuerta destinada a liberar satélites simulados de Starlink, otro de los objetivos del vuelo.

Por su parte, Elon Musk celebró en X el avance logrado con la separación de etapas, aunque confirmó que una pérdida de presión en el tanque debido a la fuga terminó afectando el desarrollo de la misión. SpaceX describió el desenlace como un "rápido desmontaje imprevisto" y aseguró que la experiencia ayudará a perfeccionar el sistema.

A pesar de que únicamente 18 misiones no tripuladas han logrado aterrizar en Marte, el sueño de Musk de llevar humanos continuará. La Administración Federal de Aviación confirmó que está al tanto de la anomalía, colabora con SpaceX y aseguró que no hubo daños ni víctimas; además, autorizó a la empresa llevar a cabo hasta 25 vuelos anuales, a pesar de las críticas de organizaciones ambientalistas.