Científicos observan cómo mosquitos mueren al alimentarse de sangre tratada

Científicos observan cómo mosquitos mueren al alimentarse de sangre tratada

Foto: FreePik

Investigadores de la Universidad de Notre Dame descubrieron que la nitisinona, un fármaco utilizado para tratar enfermedades metabólicas hereditarias, puede ser clave en una nueva estrategia para reducir la población de mosquitos transmisores de malaria. Durante pruebas clínicas, se evidenció que esta sustancia convierte la sangre de personas tratadas en una sustancia letal para el mosquito Anopheles gambiae, vector principal de la enfermedad en África.

 

Utilizada actualmente para tratar alcaptonuria y tirosinemia tipo 1, la nitisinona inhibe una enzima esencial para el metabolismo de la tirosina: la 4-hidroxifenilpiruvato dioxigenasa (HPPD). Esta enzima también desempeña un papel fundamental en los mosquitos. Según los investigadores, cuando los insectos se alimentan de la sangre de personas que han ingerido este fármaco, presentan una incapacidad para digerir adecuadamente su alimento, lo que provoca su muerte en poco tiempo.

 

Durante el estudio, se administró una dosis diaria de dos miligramos de nitisinona a los participantes. Los resultados mostraron una alta mortalidad en los mosquitos que se alimentaron de su sangre. Esta mortalidad está directamente relacionada con el mecanismo inhibitorio de la HPPD, lo cual no afecta negativamente a los humanos bajo tratamiento.

 

Este hallazgo fue publicado en la revista Science Translational Medicine y ha sido considerado por la comunidad científica como una posible vía para complementar los métodos tradicionales de control de vectores. En regiones donde se ha detectado resistencia creciente a insecticidas, el uso de medicamentos capaces de afectar la fisiología del mosquito tras la alimentación podría representar una solución adicional.

 

Lee Rafuse Haines, profesora asociada de investigación en Ciencias Biológicas en la Universidad de Notre Dame, indicó que esta línea de investigación apunta a crear nuevas estrategias para el control vectorial. "Una forma de detener la propagación de la malaria es reducir el número de mosquitos adultos que pueden transmitirla", explicó la investigadora, coautora del estudio.

 

Además, la nitisinona ya está aprobada para uso humano y su perfil de seguridad es bien conocido, lo que representa una ventaja considerable frente a otros métodos experimentales. Sin necesidad de modificar genéticamente a los insectos o rociar compuestos químicos en el ambiente, esta estrategia sugiere un enfoque novedoso: convertir a los propios hospedadores humanos en elementos de interrupción del ciclo de transmisión.

 

En palabras del equipo científico, el uso controlado y planificado de este medicamento podría ser integrado dentro de los programas de salud pública en países afectados por malaria. Para lograr esto, aún se requieren más investigaciones, particularmente en contextos de campo, donde múltiples factores ambientales y sociales pueden influir en los resultados.

 

Así, el estudio subraya que esta estrategia no reemplaza otras formas de prevención, pero puede reforzar las ya existentes. En zonas donde los métodos actuales enfrentan limitaciones, esta herramienta adicional podría contribuir a reducir la carga global de esta enfermedad que cada año causa aproximadamente 600,000 muertes. (Notipress)

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