Ancelotti llega a Brasil bajo la sombra de una investigación por irregularidades en su fichaje

Carlo Ancelotti, de 65 años, asumió oficialmente como entrenador de la selección brasileña el lunes tras firmar un acuerdo con la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) para dirigir al equipo hasta el Mundial de Norteamérica del próximo año. Sin embargo, su llegada estuvo acompañada de varios cuestionamientos.

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Según una carta de la FIFA, fechada el 28 de mayo, el organismo rector del futbol mundial solicitó a la CBF información sobre Diego Fernandes, señalado como un “intermediario sin licencia” que habría participado en las negociaciones con el entonces técnico del Real Madrid.

La FIFA advirtió que la intervención de Fernandes podría constituir una violación al Reglamento de Agentes de Futbol, por lo que pidió a la CBF detalles sobre el papel desempeñado por el empresario, así como copias de pagos que se hayan hecho, comunicaciones sobre el proceso de contratación y cualquier acuerdo firmado con el intermediario.

Tras ser consultada al respecto, la CBF respondió que los términos de la negociación están sujetos a cláusulas de confidencialidad y fueron elaborados durante la administración del expresidente Ednaldo Rodrigues, destituido por una decisión judicial el 15 de mayo.

Desde la oficina de Fernandes se sostuvo que el contrato cumple con todas las normativas vigentes tanto de la CBF como de la FIFA, argumentando que el empresario actuó como “consultor” debido al escaso margen de tiempo para completar su registro como agente autorizado, y aseguraron que solo recibirá el pago correspondiente a su participación una vez obtenga la licencia oficial.

De acuerdo con los medios brasileños, Fernandes recibirá una comisión de 1.2 millones de euros por su intervención en el acuerdo.