
La Fuerza Aérea Israelí ha eliminado en las últimas horas decenas de lanzadoras y depósitos de misiles superficie-superficie en Irán, informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
"En las últimas horas los aviones de la Fuerza Aérea Israelí han realizado varios bombardeos contra misiles superficie-superficie del régimen iraní. Durante los ataques han sido destruidas decenas de plataformas de lanzamiento, lugares de almacenamiento de misiles y otras instalaciones militares", señala el comunicado.
En una de las instalaciones en el oeste de Irán, prosigue la nota, "fue hallado y destruido un lanzamisiles con un mecanismo de lanzamiento único oculto en un contenedor".
En la madrugada de este viernes, la Fuerza Aérea de Israel llevó a cabo varias oleadas de ataques en diversas partes de Irán, incluida Teherán, dirigidos contra instalaciones militares y de enriquecimiento de uranio.
Las autoridades israelíes afirmaron que la operación León Naciente tiene por objeto evitar una amenaza para la existencia del Estado judío, ya que, según informes militares y de inteligencia israelíes, Irán se ha acercado al "punto de no retorno" en el desarrollo de armas nucleares en un breve plazo de tiempo.
En los ataques fueron eliminados al menos 20 altos cargos militares iraníes y varios científicos nucleares, según medios internacionales y regionales.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) confirmó en particular las muertes de los generales de división Hosein Salami, comandante en jefe del CGRI; Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas; Gholam Ali Rashid, jefe del cuartel general de la base de defensa antiaérea Khatam al Anbiya; así como del general brigadier Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial del CGRI.
Por su parte, los medios iraníes informan de más de 80 muertos y más de 340 heridos en zonas residenciales de varias ciudades como resultado de ataques israelíes.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, calificó de crimen los ataques israelíes contra Irán y dijo que a Israel le espera un "destino amargo y terrible".
Antes del inicio de la operación, las autoridades israelíes declararon el estado de emergencia en el país, cerraron el espacio aéreo, activaron un modo especial de funcionamiento de los hospitales y pidieron a la población que siguiera las instrucciones del servicio de defensa civil.