
El hallazgo de un exoplaneta poco común fue confirmado gracias a una red de 24 entusiastas de la astronomía, quienes emplearon sus telescopios caseros para observar y registrar datos cruciales desde la Tierra. Aunque el denominado TOI-4465 b ya había sido identificado por telescopios espaciales, su inclusión en el catálogo oficial de cuerpos extrasolares dependía de una confirmación terrestre, necesaria para validar sus características físicas y orbitales bajo observación independiente y condiciones climáticas diversas.
Tal hallazgo de este exoplaneta se logró tras una convocatoria global encabezada por Zahra Essack, quien organizó una estrategia de observación simultánea en distintas regiones. Dado que el planeta solo es visible tres veces al año por lapsos de 12 horas, las condiciones eran extremadamente restrictivas. La estrategia permitió cubrir esa ventana de observación de manera continua, a pesar del clima, maximizando la recolección de datos desde múltiples ubicaciones mediante diversos telescopios personales.
Cada participante aportó observaciones fotométricas del tránsito del exoplaneta identificado por científicos frente a su estrella madre, clave para confirmar su existencia. Según la Universidad de Nuevo México, TOI-4465 b tiene un radio 25% mayor al de Júpiter, con aproximadamente seis veces su masa y tres veces su densidad. Además, su órbita ligeramente elíptica provoca temperaturas templadas entre 93 y 204 grados Celsius, rasgo poco frecuente en planetas gaseosos de su clase, lo cual lo hace relevante para estudios comparativos.
El planeta fue descrito, "un raro ejemplo de planeta gigante: grande, masivo, denso y templado, y ocupa una región relativamente poco explorada en términos de tamaño y masa", según la universidad. The Astronomical Journal publicó la investigación, validando los resultados del equipo. La descripción sitúa al planeta en una categoría intermedia entre los gigantes calientes y los planetas fríos, contribuyendo con datos valiosos sobre tipos poco estudiados de cuerpos extrasolares.
Essack subrayó el valor del proyecto colaborativo al declarar: "el descubrimiento y la confirmación de TOI-4465 b no solo amplían nuestro conocimiento sobre los planetas en los confines de otros sistemas estelares, sino que también demuestran cómo los apasionados de la astronomía pueden desempeñar un papel directo en la investigación científica de vanguardia". El estudio reafirma el impacto de la ciencia ciudadana astronómica en el avance del conocimiento espacial contemporáneo.
Los investigadores consideran que TOI-4465 b puede servir para entender mejor la transición entre planetas gaseosos extremadamente calientes, como Júpiter, y fríos, como Urano. Este hallazgo también ilustra la colaboración entre científicos aficionados y profesionales puede superar obstáculos técnicos, optimizando recursos mediante la observación distribuida. (NotiPress)