
El primero de julio se descubrió un “objeto” intergaláctico que se aproxima al Sol, podría pasar por nuestro planeta en el mes de noviembre de este año, lo han llamado 3I/ATLAS porque está confirmado que no es parte del sistema solar y sería el tercer objeto detectado en la historia de la observación astronómica. Por su naturaleza está siendo estudiado por muchos observatorios alrededor del mundo, pero un estudio en particular sugiere que no se trata de un objeto natural, sino de un artefacto construido y lanzado intencionalmente y que podría atacar a nuestra civilización. ¿Qué tan probable es que esto sea cierto?
El estudio en cuestión fue recientemente aceptado para su publicación en la Astrophysical Journal, una de las revistas científicas más antiguas y prestigiosas a nivel mundial, lo que significa que el trabajo ha sido revisado rigurosamente y aceptado por otros científicos por lo que vale la pena analizar y divulgar los resultados que se exponen. Los autores son investigadores adscritos a la Iniciativa para Estudios Interestelares de Londres y de la Universidad de Harvard y no se trata de una broma, han puesto sobre la mesa la posibilidad de que 3I/ATLAS no sea un cometa, sino una nave espacial alienígena. También sugieren que, de ser así, deberíamos estar preparados para todo, incluido un ataque.
Algunos argumentos que favorecen su hipótesis se basan en la paradoja del bosque oscuro. Pero expliquemos detenidamente qué significa. En los años cincuenta, el Premio Nobel de Física Enrico Fermi se cuestionaba si el universo tiene infinidad de estrellas y por tanto planetas con posibilidad de vida similar a la Tierra y la antigüedad del universo es tal que es altamente probable que haya pasado el tiempo suficiente para desarrollar formas de vida inteligente en otros lugares, ¿por qué no hemos visto esa vida inteligente, por qué no se ha manifestado? Esto se llama la Paradoja de Fermi.
Cabe señalar que nuestra civilización emite ondas de radio y televisión al espacio desde hace más de 100 años y desde 1974 lo hace de forma intencional para manifestar a otras civilizaciones nuestra existencia. Sin embargo, hasta el momento no hemos recibido respuesta, tampoco hemos detectado señales de otros planetas. Esto se debería a diferentes circunstancias y las explicaciones forman parte de las respuestas a la paradoja de Fermi, puede ser porque las otras civilizaciones espaciales no tienen la misma tecnología que nosotros para manifestarse o que emiten otras señales que nuestra tecnología no puede decodificar o detectar. Pero hay una respuesta más intrigante y se llama la Paradoja del Bosque Oscuro y más o menos sostiene que no hemos recibido señales porque intencionalmente las otras civilizaciones han sido muy cuidadosas en ocultarlas. Pero ¿por qué ocultarse?
Imagina un bosque en la noche, lleno de oscuridad y de depredadores. Los depredadores no se manifiestan, acechan a la presa en silencio. De igual forma, las civilizaciones alienígenas se ocultan para acechar a otras civilizaciones porque si son detectadas primero podrían ser blanco de ataques, aunque una civilización fuera pacífica prefiere esconderse porque si es descubierta podrían suponer que es violenta y ser atacada primero. Así que en un bosque oscuro solo las presas fáciles se manifiestan, ¿nosotros somos la presa fácil del espacio?
Ahora, volviendo al artículo, los autores sostienen que 3I/Atlas es una nave hostil porque:
- No es un objeto del sistema solar, es muy poco probable (pero no imposible) que lleguen otros objetos expulsados de otros sistemas.
- El objeto ingreso al espacio por la parte oculta del Sol y desde el lado más brillante del universo, por ello apenas la descubrimos, pareciera que “alguien” la introdujo discretamente y no quería que fuera detectada.
- La trayectoria del objeto es un tanto singular, se aproximará al menos a 4 planetas, incluidos la Tierra; Venus, Marte y Júpiter son los otros. ¿Es una coincidencia de alineación? Es poco probable, pero no imposible.
- La velocidad del objeto sugiere una aceleración débil esto significa que podría no estarse moviendo por la inercia de la gravedad.
¿Es una nave espacial? También podría ser una sonda de observación de otra civilización como las que lanzamos nosotros al espacio. Pero también podría ser sólo un cometa. El estudio de materiales sugiere una composición de hielo de agua, presenta cola y coma visibles por lo que ya otro artículo le ha respondido a los primeros autores que su suposición es muy endeble y que no hay elementos que fortalezcan que el objeto sea artificial e intencionado.
En términos científicos, hay al menos un 99% de probabilidad de que se trata de un cometa, sin embargo, el artículo en cuestión abre el debate científico sobre vida extraterrestre y avanzar en la idea antropocentrista que estamos solos en el universo. Así que, bienvenidos los debates, así es la ciencia.
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras
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