
El gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, en Australia, concedió una indemnización de 2 millones de dólares australianos a Kathleen Folbigg, quien fue absuelta en 2023 tras haber pasado dos décadas en prisión por la muerte de sus cuatro bebés. La decisión fue anunciada por el fiscal general Michael Daley, quien confirmó que el pago corresponde a los años de encarcelamiento injusto que sufrió tras ser condenada en 2003.
El caso fue reabierto en 2021 gracias a una investigación de una científica española que vinculó los fallecimientos de los menores a fallos genéticos. En julio de 2023, una revisión judicial concluyó que existían “dudas razonables sobre la culpabilidad” de Folbigg, lo que llevó a su liberación inmediata. Meses después, en diciembre, un tribunal anuló oficialmente las condenas impuestas.
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— FrontPost (@TheFrontReport) August 7, 2025
Kathleen Folbigg’s $2m compensation ‘a moral affront’ after two decades in jail for wrongful convictions, lawyer says : Source Guardian pic.twitter.com/XCw7z42lwE
La abogada de Folbigg, Rhanee Rego, calificó la compensación como “injusta” y aseguró que “no refleja la magnitud del dolor y el sufrimiento que soportó”. Rego también señaló que la justicia australiana “había vuelto a fallar” a su clienta, subrayando que el monto otorgado no compensa adecuadamente los años perdidos.
Este caso es similar al de Lindy Chamberlain, quien fue indemnizada en 1992 con 1.7 millones de dólares australianos tras ser absuelta por la muerte de su bebé, quien fue devorado por un dingo. Ambos casos marcaron precedentes en el sistema judicial australiano, evidenciando los riesgos de condenas erróneas y la necesidad de llevar a cabo revisiones científicas rigurosas.