
Durante el regreso a clases, los padres de familia enfrentan múltiples gastos relacionados con la educación de sus hijos, como útiles escolares, uniformes, cuotas "voluntarias" y otros pedimentos incomprensibles.
Estos gastos regularmente superan el presupuesto de muchas familias, por lo que para enfrentar esta situación los padres recurren a diversas alternativas para obtener dinero que solvente estos gastos.
Sin embargo, muchas de estas opciones son poco recomendables debido a las implicaciones financieras de pago.
El empeño es una de las alternativas más comunes a las que acuden los poblanos para obtener dinero durante esta temporada de regreso a clases, pero no es muy recomendable debido a los intereses altos, el riesgo de perder bienes y el potencial de generar deudas recurrentes.
Los préstamos personales son otra alternativa común por la que se decantan los poblanos para cubrir los gastos.
Aunque estos "créditos" otorgados por instituciones financieras o prestamistas informales ofrecen liquidez inmediata, tienen desventajas que los hacen una opción arriesgada. No son muy recomendables debido a los intereses altos, el riesgo de sobreendeudamiento y las condiciones abusivas de los prestamistas informales.
Los "créditos", que suelen referirse a compras a plazos ofrecidas por tiendas locales, papelerías, mercados o grandes almacenes, es otra alternativa común cuando los gastos superan el presupuesto familiar; sin embargo, tampoco no son muy recomendables por los intereses altos, el riesgo de sobreendeudamiento y la falta de transparencia en algunos casos.
Los préstamos familiares son otra opción común y relativamente recomendable para cubrir gastos escolares, gracias a su bajo costo y accesibilidad. Sin embargo, no están exentos de riesgos, como conflictos familiares o dependencia de forma regular, especialmente si no hay acuerdos claros.
¿Qué tan importante es planear las finanzas para esta temporada?
Es altamente importante, ya que permite a las familias cubrir gastos escolares sin echar mano de alternativas riesgosas. La planificación ahorra dinero, reduce el estrés y fomenta hábitos financieros saludables.
Un presupuesto claro permite priorizar gastos esenciales, asignar fondos específicos para la temporada escolar y mantener un fondo de emergencia. Además, planear enseña a las familias a ahorrar y priorizar gastos, un hábito que puede aplicarse a otras temporadas o necesidades.
Decidirse por los empeños, préstamos personales, créditos en tiendas y préstamos familiares para cubrir los gastos escolares durante el regreso a clases tiene un impacto significativo en la economía de las familias poblanas, especialmente en un contexto en el que los ingresos promedio van de los 7,000 a 10,000 pesos mensuales, lo que resultan limitados y los gastos escolares pueden representar entre el 20 30 % de ese ingreso.
Estas alternativas son comunes pero insostenibles a largo plazo. Las familias pueden recortar gastos esenciales, como alimentación o salud, lo que afecta su calidad de vida. El endeudamiento recurrente reduce la capacidad de las familias para salir de la pobreza o invertir en educación superior, perpetuando un ciclo de precariedad económica.