Semanas antes de iniciar el periodo de clases, regularmente las escuelas envían las listas de útiles escolares, para que los padres de familia vayan preparando con tiempo la compra de los materiales necesarios.
Estas listas suelen incluir artículos como cuadernos, lápices, plumas, colores, uniformes y otros recursos específicos según el grado escolar. Sin embargo, en la mayoría de los casos, también incluyen artículos que van más allá de los materiales directamente relacionados con el aprendizaje.
Este tema ha generado controversia en los últimos años, ya que los padres a menudo sienten que se les transfiere la responsabilidad de cubrir necesidades que deberían ser atendidas por las autoridades educativas o el presupuesto escolar.
Uno de los ejemplos más claro son los artículos de limpieza. En los últimos años, se ha vuelto costumbre que incluyan en la lista de útiles escolares un litro de cloro, una bolsa de detergente, e incluso, un trapeador o cubeta. Esto, ha provocado el enfado de los padres de familia, puesto que son artículos que están fuera del propósito educativo.
Otro de los artículos más cuestionados en las listas de útiles es el papel higiénico, especialmente por las cantidades desproporcionadas que algunas escuelas piden en relación con el número de alumnos. Por ejemplo, es común ver solicitudes de 4 a 6 rollos de papel higiénico por alumno, en un grupo de 30 o más estudiantes, lo que resulta en cientos de rollos por aula, algo que parece excesivo para el uso real durante un ciclo escolar.
La inclusión de dos paquetes de 100 hojas de papel bond para comunicados de la escuela en la lista de útiles escolares es otro ejemplo de un artículo excesivo. 200 hojas por alumno, multiplicado por 30 estudiantes en un salón, suma 6,000 hojas por grupo. Esto parece algo desproporcionado para comunicados, especialmente considerando que muchas escuelas ahora usan medios digitales para enviar avisos.
La solicitud de gel antibacterial por alumno en las listas de útiles escolares es otro artículo que genera controversia, especialmente si se pide en presentaciones específicas que parecen innecesarias. El gel antibacterial se ha vuelto más común desde la pandemia de COVID-19, pero su inclusión sigue siendo cuestionada por los padres debido a su costo, la cantidad solicitada y la falta de claridad sobre su uso.
Las bolsas para basura en las listas de útiles escolares, también genera cuestionamientos entre los padres de familia ya que no está relacionado directamente con las necesidades educativas de los estudiantes. Pedir bolsas para basura, es una muestra de que las escuelas están trasladando responsabilidades de mantenimiento a las familias.
Pedir artículos para el botiquín es otro ejemplo de materiales que generan controversia entre los padres de familia. Gasas, alcohol, agua oxigenada, vendas, analgésicos u otros insumos médicos parecen excesivos, especialmente si no se explica cómo se usarán o si se piden en cantidades desproporcionadas.
Incluir bolsas de tenedores desechables grandes en las listas de útiles es ejemplo de un artículo inusual y fuera de lugar, ya que no está relacionado con las necesidades educativas de los estudiantes, además genera cuestionamientos entre los padres, especialmente por la falta de claridad sobre su propósito.
Así como estos artículos, existen otros más que las escuelas incluyen dentro de su lista de útiles escolares sin que hay una justificación de por medio.
