
El martes 5 de agosto, la Tierra completó su rotación 1.25 milisegundos antes de lo habitual, siendo uno de los días más cortos de la historia. Aunque fue imperceptible para las personas, el fenómeno despertó el interés de la comunidad científica que sigue de cerca las variaciones en la velocidad de rotación del planeta.
Según Meteored, este tipo de aceleraciones están relacionadas con el comportamiento del núcleo interno de la Tierra. Una investigación publicada en 2023 por la revista Nature y liderada por el geofísico Hao Ding de la Universidad del Sur de California, reveló que el núcleo cambió su patrón de rotación aproximadamente en el año 2010, y desde entonces comenzó a girar en sentido retrógrado, es decir, en dirección opuesta al manto terrestre.
Este intercambio de momento angular entre el núcleo y el manto afecta directamente la duración de los días, pues Ding explicó que la interacción gravitacional entre ambas capas puede ser la clave para entender los cambios observados en el tiempo de rotación. Aunque una variación de milisegundos no altera la vida cotidiana, sí tiene implicaciones técnicas importantes.
Existen sistemas que dependen de una sincronización precisa, como el GPS, las telecomunicaciones y los satélites geoestacionarios, los cuales requieren ajustes constantes para mantenerse alineados con la rotación terrestre. Por ello, los científicos vigilan estos cambios y modifican el Tiempo Universal Coordinado (UTC) cuando es necesario. Y aunque tradicionalmente se añadían “segundos intercalares” para compensar la ralentización, ahora se estudia la posibilidad de eliminarlos.
Por su parte, el portal Science Focus señala que 2020 ya fue un año atípico, con 28 días más cortos de lo normal. Desde entonces, se detectaron varios picos de aceleración, lo que llevó a intensificar la monitorización mediante redes sísmicas y modelos informáticos cada vez más sofisticados.
Actualmente no existe un consenso sobre cuánto durará esta fase de rotación acelerada, pero algunos modelos sugieren que el núcleo podría volver a su comportamiento anterior, ralentizando nuevamente los días.
Por ahora, los expertos continúan observando el fenómeno con atención, conscientes de que incluso las variaciones mínimas pueden tener repercusiones en sistemas globales.