
Estados Unidos confiscó más de 700 millones de dólares en activos vinculados al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como parte de una operación dirigida contra el crimen organizado transnacional. La información fue confirmada por la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, el 13 de agosto de 2025, durante una entrevista con la cadena Fox News.
Bondi señaló: "Esto es crimen organizado, no es diferente a la mafia y a los (presuntos crímenes) relacionados con Maduro. Los activos superan los 700 millones de dólares que ya hemos confiscado, pero su régimen de terror continúa".
Los bienes incautados incluyen "dos jets multimillonarios, varias casas, una mansión en República Dominicana, casas multimillonarias en Florida, una granja de caballos, autos, nueve vehículos, millones de dólares en joyas y efectivo", precisó la fiscal. Estas incautaciones, según indicó, forman parte de la mayor operación de este tipo realizada hasta ahora en relación con el mandatario venezolano.
El pasado 7 de agosto, el Gobierno de Estados Unidos duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro. Bondi afirmó que se trata de "la más alta de la historia".
Las acusaciones contra Maduro por narcotráfico y terrorismo fueron formuladas inicialmente en 2020, durante el primer mandato de Donald Trump. Washington sostiene que Maduro encabeza, junto a altos funcionarios y militares de su gobierno, el Cartel de los Soles, una estructura que fue catalogada por las autoridades estadounidenses como organización terrorista.
Bondi indicó que, a pesar de las incautaciones, "esta organización del crimen organizado sigue funcionando". En ese contexto, Trump firmó una directiva que autoriza a las Fuerzas Armadas estadounidenses a actuar contra carteles de droga latinoamericanos considerados amenazas a la seguridad nacional.
En Venezuela, el ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, respondió a las acusaciones y sostuvo que el Cartel de los Soles es un "invento" de Estados Unidos. Cabello, junto a otros funcionarios cercanos a Maduro, fue acusado por Washington de diversos delitos relacionados con narcotráfico.
Por su parte, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, calificó las medidas de Estados Unidos como "amenazas directas de intervención militar" y pidió una respuesta conjunta de los países latinoamericanos.
Yván Gil, el canciller venezolano, denunció ante el cuerpo diplomático en Caracas que Washington intenta "convertir a Latinoamérica en un nuevo escenario de guerra colonial". Además, rechazó la recompensa como una "burda operación de propaganda política" y afirmó que Venezuela continúa "desmontando tramas terroristas que se orquestan" desde territorio estadounidense.
Estados Unidos mantiene su posición de no reconocer a Nicolás Maduro como presidente legítimo de Venezuela y respalda a Edmundo González Urrutia, representante de la Plataforma Unitaria Democrática, como autoridad electa. (NotiPress)