Insultos, empujones y descalificaciones: la colección de barrabasadas de Noroña

Lo que faltaba, el presidente del Senado convirtió este recinto en un ring de lucha libre sin árbitro. Gerardo Fernández Noroña y el porro de Alejandro "Alito" Moreno, líder del PRI, protagonizaron un altercado que pasó de los insultos a los empujones y golpes, dejando en evidencia el nivel de crispación política en el país.

El morenista, de 65 años, anunció denuncias por agresión y daños, además de exigir el desafuero de Moreno y otros priistas involucrados. Por su parte, “Alito”, cuya reputación ya arrastra el desprestigio de un PRI en caída libre, justificó su reacción diciendo que Noroña lo provocó al negarle la palabra y que incluso intentó agredirlo primero.

 

 

 

 

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Lo que es cierto, es que el pleito con “Alito” Moreno mostró a un Noroña “muy gallito” en redes y ruedas de prensa, pero cuando hay “tiro” de verdad sale huyendo. Y es que el morenista es una figura compleja cuya trayectoria combina un activismo de izquierda con una serie de barrabasadas que han dejado su reputación por los suelos.

Tal como sucedió en 2021, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sancionó a Noroña por cometer violencia política de género contra la diputada panista Adriana Dávila Fernández. Durante un evento en el Congreso de Tlaxcala en 2019, Noroña hizo comentarios despectivos que fueron considerados denigrantes y sexistas, lo que llevó a una resolución del INE que lo obligó a ofrecer disculpas públicas y a tomar medidas de reparación.

Durante las protestas postelectorales de 2006, Noroña acusó a la entonces presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, del PRD, de traicionar a Andrés Manuel López Obrador y al partido, por asistir a un evento con Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón. Noroña afirmó que Zavaleta “había entregado el cuerpo a cambio de un huesito”, una declaración ampliamente condenada por sectores del PRD como misógina y ofensiva, lo que llevó a exigencias de sanciones y su renuncia a cargos partidistas.

En marzo de 2025, Noroña desató una fuerte controversia al cuestionar, durante una videocharla, que los pares de zapatos encontrados en el rancho Izaguirre pertenecieran a personas desaparecidas, sugiriendo que era una campaña de la derecha para desacreditar al gobierno. Esta postura fue duramente criticada por madres buscadoras y activistas, quienes exigieron su renuncia por minimizar la grave crisis de desapariciones en México.

Este mismo año, Noroña obligó a un ciudadano a disculparse públicamente en el Senado tras un altercado en un aeropuerto, donde el individuo lo increpó. Este episodio fue interpretado como un abuso de poder, ya que Noroña utilizó su posición como presidente del Senado para intimidar a una persona común, generando críticas dentro y fuera de Morena por su actitud autoritaria.

En mayo de 2025, tras hacerse público su número telefónico en redes sociales, Noroña respondió publicando los números de los ciudadanos que lo contactaron, violando normativas de privacidad de X, lo que resultó en el bloqueo de sus publicaciones. Además, una captura de pantalla sugirió que amenazó a un ciudadano con involucrar a la Guardia Nacional y al “compañero presidente”, un acto que fue visto como intimidatorio y un mal uso de su influencia política.

Esta serie de actos posicionan a Noroña como una figura polémica y potencialmente más deleznable dentro de la 4T, incluso por encima de Adán Augusto López, que no está exento de críticas.