
Robin Westman es la autora del ataque armado contra la escuela católica Annunciation de Minneapolis. Sí, la autora, como lo lee, tenía 23 años y una vida marcada por la conflictividad identitaria y obsesiones violentas. De acuerdo con documentos judiciales, en 2020 cambió legalmente su nombre de Robert a Robin, porque "se identifica como mujer y quiere que su nombre refleje esa identificación".
Inicialmente, el director del FBI se refirió a Westman como hombre, pero las autoridades confirmaron su identidad transgénero y están investigando si esto estaba relacionado con los motivos del ataque, publica el diario español La Razón.
Durante la primera misa escolar del año en la iglesia católica Annunciation Catholic Church de Minneapolis, un hombre armado abrió fuego a través de las ventanas mientras los estudiantes, profesores y feligreses rezaban. Dos niños pequeños, de 8 y 10 años, murieron en los bancos.… pic.twitter.com/Nr7bwPvSpn
— ACI Prensa (@aciprensa) August 27, 2025
Como se dijo, Westman estaba obsesionada con la violencia, por lo que dejó un rastro digital perturbador a través de videos publicados en un canal de YouTube que ya ha sido eliminado por la plataforma; ahí, expresaba su “obsesión mórbida” con sangrientos tiroteos como el de Sandy Hook.
En sus publicaciones, mostraba armas ataviadas con consignas violentas como “matar a Donald Trump”, mensajes contra judíos y loas al Holocausto, sin faltar los insultos contra católicos y musulmanes.
Sus escritos, en alfabeto cirílico, contenían planes detallados de la iglesia atacada y pensamientos de depresión y suicidio. Un video, programado como manifiesto póstumo, incluía un mensaje para su familia: “No espero perdón... pido disculpas por los efectos que mis acciones tendrán en sus vidas”.
Westman tenía una conexión con la escuela atacada, lo cual hace más escabroso el caso: su madre trabajó en la misma desde 2016 hasta su jubilación en 2021, pero se desconoce cómo fue esa relación laboral.
Para los vecinos, la familia lucía como “gente muy amable”, lo cual es contrario con la violencia antes y durante el ataque. Westman había visitado la escuela una semana antes del tiroteo, supuestamente para planear a detalle la masacre.