
Luego de los hechos ocurridos en la fuente de San Miguel, en el Zócalo de Puebla capital, es importante entender las implicaciones legales de este tipo de actos. La ley en México, tanto a nivel federal como estatal, tipifica y sanciona los daños a la propiedad, especialmente cuando se trata de patrimonio histórico y cultural.
Debe quedar claro que no se trata de detenciones arbitrarias por parte de la Policía Municipal o Estatal, como se manejó en principio por colectivos.
¿A qué se le considera vandalismo en Puebla?
El término “vandalismo” no se encuentra explícitamente definido como un delito en el Código Penal del Estado de Puebla, pero las acciones que popularmente se conocen como tal se sancionan bajo el delito de daño en propiedad ajena.
Según el Código Penal Federal (el cual se aplica en delitos de carácter federal), y de forma análoga a la legislación poblana, se considera daño en propiedad ajena a todo aquel que cause “destrucción o deterioro de cosa ajena, o de cosa propia en perjuicio de tercera persona”.
En Puebla, el Código Penal local también establece sanciones por este delito, que pueden ir desde multas hasta penas de prisión, dependiendo del monto del daño y de las circunstancias en que se cometa.
Además del daño, el Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (COREMUN) también contempla sanciones administrativas por infracciones cívicas que alteran el orden público y dañan bienes públicos o privados, como las pintas o el arrojo de líquidos y objetos. Estas sanciones pueden incluir amonestaciones, multas o arresto administrativo. Pero surge la pregunta… ¿el daño a los monumentos históricos es más grave?
Sí, el daño a los monumentos históricos es considerablemente más grave y se sanciona con mayor severidad. Esto se debe a que son considerados bienes de la mación y parte del patrimonio cultural.
La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos es la que rige este tipo de delitos. En el caso de la fuente de San Miguel, al ser un monumento histórico —data del siglo XVIII—, cualquier daño que se le cause es un delito de carácter federal, no solo una infracción local. Las sanciones por estos actos son mucho mayores que las de un daño a la propiedad privada.
El Código Penal Federal establece penas de prisión para quienes causen daños a “bibliotecas, museos, templos, escuelas o edificios y monumentos públicos”. Las penas por estos delitos pueden ser de 5 a 10 años de prisión y multas de hasta 5,000 días. Si además se utilizan métodos como incendio o explosión, la sanción aumenta.
Diversos colectivos y medios de comunicación que coinciden con ellos se refirieron a la situación como “iconoclasia”.
¿Iconoclasia es vandalismo?
Aunque a menudo se usan como sinónimos, iconoclasia y vandalismo no son lo mismo, especialmente en el contexto de las protestas sociales. La diferencia clave reside en la motivación.
El vandalismo se define como la destrucción o daño de la propiedad ajena de forma gratuita, sin una justificación ideológica clara. Es un acto de violencia sin un propósito más allá de la destrucción en sí.
Por otro lado, la iconoclasia (del griego, “destrucción de imágenes”) es la destrucción deliberada de imágenes, símbolos o monumentos por motivos religiosos, políticos o ideológicos.
En el contexto de las protestas, la iconoclasia es una forma de protesta que busca:
- Cuestionar narrativas históricas: atacar un monumento no es un acto sin sentido, sino una forma de visibilizar que esa figura histórica o símbolo representa valores que la sociedad o un grupo no comparte.
- Señalar injusticias: en el caso de las protestas feministas, por ejemplo, los monumentos y edificios pueden ser vistos como símbolos de un sistema patriarcal que oprime a las mujeres. La pinta o el daño a estas estructuras se convierte en una forma de protesta visual y poderosa para señalar la violencia de género y la desigualdad.
Aunque la iconoclasia puede ser legalmente castigada como daño a la propiedad, la diferencia en la motivación es crucial para entender el significado del acto. Mientras el vandalismo es una acción de destrucción irracional, la iconoclasia es un acto simbólico con un mensaje detrás, que busca abrir un debate sobre lo que se considera valioso en la sociedad.