“El que fuma, fuma, aunque suban dos, tres, cinco pesos los cigarros”

“El que fuma, fuma, aunque suban dos, tres, cinco pesos los cigarros”

Foto: Enfoque

El anuncio del Paquete Económico 2026, entregado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha generado un intenso debate en torno a los llamados “impuestos saludables”, el cual incluye un incremento significativo al IEPS sobre productos de tabaco.

 

La medida busca desincentivar el consumo de bienes nocivos para la salud pública, pero ha desatado preocupaciones y críticas de cámaras empresariales y pequeños comerciantes, que temen impactos negativos en sus ingresos, el auge del mercado ilegal y la afectación a negocios como tienditas y misceláneas.

 

Y es que esta medida podría hacer que una cajetilla de 20 cigarros cueste hasta 20 pesos adicionales para 2026, elevando su precio promedio por encima de los 100 pesos en algunos casos.

 

Sin embargo, a pesar de esta medida, los aumentos de impuestos al tabaco no han logrado reducir de manera significativa el consumo, pero sí han incentivado el crecimiento del contrabando y del mercado ilícito.

 

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Algunos especialistas aseguran que cuando en 2010 se aprobó un incremento adicional de siete pesos por cajetilla, con la expectativa de recaudar 42,000 millones de pesos en 2011, los ingresos quedaron en 30,000 millones de pesos, mientras que el consumo de cigarros ilegales escaló hasta representar un 20% del mercado.

 

Para 2024, se había proyectado una recaudación de 52,699 millones de pesos, pero el cierre anual quedó en 48,000 millones de pesos. Por ello, enfatizan que repetir la estrategia fiscal agravará el problema, pues el mercado negro de cigarros actualmente representa más de 20 % del consumo nacional, con una pérdida fiscal anual estimada entre 13,000 y 15,000 millones de pesos.

 

Es decir, los aumentos del IEPS al tabaco han causado bajas consistentes en ventas legales, pero el mercado ilegal ha aumentado el impacto en el consumo total. Para 2026, el alza propuesta podría reducir ventas legales hasta 15 % en pequeños comercios, si no se controla el contrabando.
 

¿Qué opinan los tenderos?

 

Ante el anuncio de un nuevo aumento de impuestos al tabaco, comerciantes y tenderos de Puebla mostraron escepticismo sobre el impacto real de la medida en la reducción del consumo de cigarros.
 

Ernesto, quien desde hace 25 años atiende una miscelánea en el barrio de Xonaca, afirmó que los incrementos de precio rara vez frenan la venta de cigarrillos.

 

“El que fuma, fuma. Suban dos, tres, cinco pesos, la gente de todos modos se lleva su cajetilla. A lo mucho, cambian de marca y compran más barata, pero no dejan el vicio”, comentó.

 

Una opinión similar compartió María del Carmen Flores, dueña de una tienda de abarrotes, quien aseguró que el mercado informal ya se hizo presente desde hace varios años.

 

“Cuando subieron los impuestos en 2010, muchos clientes empezaron a pedirnos cigarros sueltos o a buscar los que venden en la calle más baratos. Y ahora pasa lo mismo, el contrabando está en todas partes”, señaló.

 

Los tenderos coincidieron en que, más que una reducción del tabaquismo, lo que se observa es una migración hacia cigarros ilegales que llegan sin control sanitario y a precios más bajos.

 

“El gobierno piensa que así va a recaudar más, pero la realidad es que ni la gente deja de fumar ni nosotros vendemos menos. Lo que pasa es que crece lo pirata”, sentenció Ernesto.

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