
El Programa de Vivienda para el Bienestar ha mostrado avances en construcción, mejoramientos y regularización, según el gobierno federal. El compromiso es construir 1 millón de viviendas nuevas, mejorar o ampliar más de 450,000 hogares y otorgar 1 millón de escrituras.
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Pero ¿qué es una casa de interés social?
En México, una casa de interés social, es un tipo de inmueble diseñado para facilitar el acceso a una vivienda digna y asequible a familias de bajos ingresos, generalmente aquellas que perciben menos de cuatro salarios mínimos mensuales.
Según el Infonavit y el Sistema Nacional de Información e Indicadores de Vivienda, se trata de viviendas básicas promovidas por el gobierno federal para optimizar recursos públicos y subsidios, con el objetivo de reducir el rezago habitacional.
Estas viviendas suelen tener una superficie construida de entre 40 y 75 metros cuadrados con elementos mínimos como un baño, cocina, sala-comedor y al menos dos recámaras, y su precio no debe superar aproximadamente 1.2 millones de pesos.
Pueden ser casas unifamiliares o departamentos en conjuntos multifamiliares, y se financian principalmente a través de créditos de Infonavit, Fovissste o subsidios del Programa de Vivienda Social de la Comisión Nacional de Vivienda.
Sin embargo, de acuerdo a análisis del mercado inmobiliario, las casas de interés social presentan un balance de beneficios y limitaciones.
Dentro de las ventajas destaca su accesibilidad económica, con precios entre 300,000 y 1.2 millones de pesos, con créditos accesibles de Infonavit o Fovissste y subsidios gubernamentales.
Cuentan con amenidades compartidas, como parques, albercas o áreas recreativas; una alta disponibilidad con miles de unidades anuales, con apoyos para personas vulnerables y subsidios directos y programas de gobierno.
Dentro de las desventajas, es que la mayoría de estas viviendas están alejadas de centros urbanos, lo que aumenta costos y tiempos de traslado. La superficie es pequeña con diseños rígidos y acabados básicos, tienen un acceso limitado a salud, educación y transporte en zonas marginadas y cuentan con una baja revalorización por saturación y ubicación.
Las casas de interés social, podrían ser consideradas más que un simple techo para dormir, ya que cumplen con estándares básicos de habitabilidad y ofrecen acceso a vivienda a sectores vulnerables. Sin embargo, no siempre alcanzan el ideal de "vivienda digna" debido a limitaciones en calidad, espacio y, especialmente, ubicación, que afectan la calidad de vida a largo plazo.
Para que estas viviendas sean verdaderamente dignas, se requiere una inversión sostenida en infraestructura urbana, transporte y servicios en las zonas donde se construyen.