El obispo peruano Ciro Quispe López, quien recientemente presentó su renuncia como obispo de Juli, en Perú, no sólo rompió el voto de castidad, sino que tenía 17 amantes y fue delatado por las mismas mujeres que se enteraron de la existencia de “las otras".
De acuerdo con la periodista Paola Ugaz, que tuvo acceso a la investigación del caso llevada a cabo por el Vaticano, “una monja que era una de las amantes de Quispe estaba celosa de una abogada que el obispo también estaba viendo y envió información sobre sus aventuras a una tercera amante, que se peleó con la abogada".
Urgaz, asimismo, afirmó en su nota que “fue una verdadera telenovela, pero también levantó la tapa de un grave abuso de poder". La periodista igualmente desveló que muchas de las amantes estaban muy asustadas por miedo al cura.
Según The Times, la Santa Sede inició la investigación después de las revelaciones de la periodista sobre las amantes del obispo, afirmando que una de ellas casi llega a los golpes con otra.
Por si no fuera suficiente, audios, fotos y videos que el religioso compartía con las mujeres fueron publicados, en venganza, en redes sociales, lo cual incrementó el interés del Vaticano para conocer la conducta de este sacerdote.
Y no acaba ahí el culebrón, pues el religioso tiene señalamientos por presunta malversación de fondos, así como por abusos como tomar sillas propiedad de la Iglesia, para usarlas en una fonda de pollos de la que es “accionista”.
