
El Parlamento Europeo aprobó una propuesta legislativa que prohíbe el uso de términos asociados a la carne, como "hamburguesa" o "salchicha", en productos que no contengan ingredientes cárnicos. La votación, realizada el 8 de octubre de 2025 en Estrasburgo, concluyó con 355 votos a favor y 247 en contra. El texto aún debe ser negociado con los 27 Estados miembros antes de convertirse en ley.
La iniciativa fue presentada por la eurodiputada francesa Céline Imart, quien afirmó: "Se trata de transparencia y claridad para el consumidor y del reconocimiento al trabajo de nuestros ganaderos". Imart también declaró a la AFP antes de la votación: "Todo el mundo tiene derecho a comer proteínas alternativas, ya sean de origen vegetal, de laboratorio, de tofu o de harina de insectos, pero llamarlas ‘carne’ es engañoso para el consumidor".
El proyecto establece que nombres como "bistec", "hamburguesa" y "salchicha" sólo podrán utilizarse en productos que incluyan carne en su composición. Esta medida se alinea con normativas europeas previas las cuales ya restringen términos lácteos como "leche" y "queso" para productos no provenientes de origen animal.
La asociación ganadera Interbev, con sede en Francia, celebró la aprobación parlamentaria y afirmó que las alternativas vegetales "confunden las referencias y debilitan el reconocimiento de un producto bruto y 100% natural". La propuesta cuenta también con el respaldo del organismo francés de la industria ganadera y cárnica.
En contraste, sectores ecologistas y parte de la industria alimentaria expresaron su rechazo. Anna Strolenberg, diputada ecologista, sostuvo en el debate previo: "Si quieren ayudar a los ganaderos, denles contratos más sólidos. Denles mejores ingresos. Ayudémosles a innovar. Dejen de hablar de hamburguesas y empiecen a trabajar en los temas que realmente importan".
Irina Popescu, responsable de alimentos en la Oficina Europea de Uniones de Consumidores, cuestionó la medida: "Casi el 70% de los consumidores europeos entienden estos nombres siempre que los productos estén claramente etiquetados como veganos o vegetarianos".
El uso de términos tradicionales para alimentos vegetales fue objeto de debate en la Unión Europea desde hace varios años. Una iniciativa similar fue rechazada en 2020. No obstante, el crecimiento de partidos de derecha con vínculos con el sector agrícola en el Parlamento tras las elecciones de 2024 modificó el equilibrio político.
Grandes cadenas de supermercados en Alemania, como Lidl y Aldi, advirtieron que eliminar términos familiares dificultaría las decisiones de compra. En un comunicado conjunto, advirtieron que Alemania se vería "especialmente afectada económicamente" al ser el mayor mercado europeo de productos alternativos de origen vegetal.
Francia implementó una medida similar en 2024, revocada posteriormente en enero de 2025 tras un fallo del máximo tribunal de la UE. El texto actualmente aprobado deberá superar nuevas rondas de negociación antes de formalizarse como legislación aplicable en todo el bloque. (NotiPress)