Entrenamiento suave, corazón más fuerte

Entrenamiento suave, corazón más fuerte

Foto: Freepik

Una creciente corriente en el ámbito del acondicionamiento físico promueve el entrenamiento en zona 2 como una alternativa eficaz para mejorar la salud sin someter al cuerpo a esfuerzos extremos. Esta modalidad se caracteriza por mantener una intensidad cardiovascular moderada, permitiendo al practicante hablar con frases completas mientras realiza ejercicio y evitando la fatiga muscular excesiva.

 

De acuerdo con Taylor Samale, coordinador sénior de salud y fitness en el Hospital Houston Methodist, "si tuviera que recomendarles a todos que trabajaran una intensidad en su cardio, diría la zona 2". Esta franja de esfuerzo físico representa entre el 60% y el 70% de la frecuencia cardíaca máxima, permitiendo sostener sesiones más prolongadas y frecuentes sin los efectos adversos de entrenamientos intensos.

 

Samale explicó que este tipo de ejercicio favorece la utilización de grasa como fuente principal de energía. "La zona 2 es un excelente lugar para entrenar y lograr que el cuerpo utilice más grasa como combustible en lugar de la glucosa de los músculos", indicó. Además, destacó que esta práctica reduce el riesgo de fatiga y agujetas, común en entrenamientos de alta intensidad.

 

El entrenamiento en zona 2 también contribuye a mejorar la eficiencia mitocondrial, esencial para la producción de energía celular. "No se trata solo de mantener la frecuencia cardíaca altísima durante el entrenamiento", señaló Samale. "De hecho, es más beneficioso mantenerla en un estado más bajo, de intensidad moderada, porque aumentas la actividad mitocondrial y obtienes más energía, todo ello sin afectar al cuerpo".

 

Como beneficio adicional, Samara subrayó el fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio. Según explicó, mantener una frecuencia cardíaca moderada durante el ejercicio permite que el corazón bombee sangre con mayor eficiencia, lo que, con el tiempo, puede reducir la frecuencia cardíaca en reposo.

 

También se mencionan efectos positivos sobre el bienestar mental. El entrenamiento en zona 2 facilita la liberación de endorfinas, contribuye a la regulación del estado de ánimo y puede reducir el riesgo de depresión y deterioro cognitivo.

 

Para determinar si se está entrenando en esta zona, Samale recomienda la "prueba de la conversación". En sus palabras: "puedes mantener una conversación y decir frases completas. Si estuvieras hablando por teléfono con alguien, podría oírte respirar un poco más fuerte de lo normal, pero por lo demás no hay problema". (Notipress)

 

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