Proliferación de arañas en los hogares en otoño… hay una explicación científica

Proliferación de arañas en los hogares en otoño… hay una explicación científica

Foto: FreePik

Cada otoño, los hogares se convierten en refugio de las arañas. Este fenómeno, que puede generar desde curiosidad hasta incomodidad, tiene explicaciones biológicas y ambientales claras, según expertos en entomología y aracnología. 

 

El aumento de arañas en otoño responde principalmente a su ciclo reproductivo. Durante esta estación, muchas especies alcanzan la madurez sexual. Los machos, en busca de hembras para aparearse, se vuelven más activos y visibles, tejiendo telarañas o desplazándose por paredes y rincones. 

 

Las hembras, por su parte, construyen telarañas más grandes para atraer pareja o proteger sus sacos de huevos, lo que incrementa su presencia en los hogares.

 

Otro factor clave es el cambio de clima; con la llegada de temperaturas más frías, las arañas buscan refugios cálidos para sobrevivir al invierno y las casas ofrecen un ambiente perfecto, ya que es templado, protegido y con abundancia de presas como moscas o mosquitos.

 

Además, la abundancia de insectos en otoño, que también buscan refugio, proporciona alimento fácil para las arañas. Esto las atrae a espacios interiores donde pueden cazar sin esfuerzo, desde sótanos hasta esquinas de ventanas.

 

A pesar de su apariencia inquietante, la gran mayoría de las arañas que aparecen en los hogares durante el otoño son inofensivas, las especies más comunes en entornos urbanos, como las arañas de rincón o las arañas domésticas, rara vez representan un riesgo significativo.

 

Por ejemplo, la araña de rincón, presente en algunas zonas, puede causar mordeduras dolorosas, pero estas son raras y suelen ocurrir sólo si la araña se siente amenazada.

 

La viuda negra, otra especie potencialmente peligrosa, es menos común en interiores. En cualquier caso, los expertos recomiendan no manipular arañas desconocidas y, en caso de mordedura, acudir a un centro médico para evaluación.

 

El auge de arañas en otoño es un fenómeno natural, impulsado por su biología y la búsqueda de refugio. Aunque su presencia puede sorprender, rara vez son peligrosas, y con medidas sencillas la convivencia es más que posible.

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