Cortinas de humo: acoso a Sheinbaum revela la crisis de credibilidad en México

Cortinas de humo: acoso a Sheinbaum revela la crisis de credibilidad en México

Foto: FreePik

Este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum fue víctima de un acoso sexual callejero mientras caminaba por el Centro Histórico de la Ciudad de México, rumbo a un evento en la Secretaría de Educación Pública. Un hombre, identificado como Uriel N., se acercó a ella en medio de una multitud, intentó besarla y la tocó sin consentimiento en el pecho.

 

Este incidente ha polarizado opiniones en las redes sociales, algunos condenan el acoso y lo ven como un reflejo de la cotidianidad de la violencia contra las mujeres, mientras que usuarios e incluso políticos, lo califican de montaje o de cortina de humo, para desviar la atención de la reciente ola de violencia, particularmente el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo.

 

 

¿Qué es una cortina de humo?

 

Una cortina de humo es una estrategia de distracción o manipulación informativa que se utiliza para desviar la atención del público de un problema real, escándalo o crisis importante hacia un tema secundario, falso o menos relevante.

 

El término proviene originalmente del ámbito militar, donde se generaba humo literal para ocultar movimientos de tropas y confundir al enemigo, como durante la Primera Guerra Mundial.

 

 

En el contexto político y mediático moderno, se refiere a tácticas como lanzar noticias sensacionalistas, escándalos fabricados o campañas publicitarias para "tapar" hechos graves, evitando así el escrutinio público o la rendición de cuentas.

 

En esencia, es una forma de propaganda que busca manipular la percepción colectiva, fomentando confusiones o debates irrelevantes.

 

En México, las acusaciones de "cortinas de humo" contra el gobierno son recurrentes, especialmente en periodos de crisis políticas, económicas o de seguridad. Opositores, analistas y medios suelen señalar que el Ejecutivo utiliza distracciones para evadir responsabilidad en escándalos mayores. Estos son algunos ejemplos destacados de cuando se ha acusado al gobierno mexicano de usar cortinas de humo:

 

- Caso Paulette en el sexenio de Felipe Calderón: Muchos analistas sostuvieron que la cobertura intensiva del caso de la niña Paulette Gebara Farah fue usada como cortina de humo para desviar la atención de la violencia del narcotráfico y las críticas a la “guerra contra el narco”.

 

 

- Captura y fuga del “Chapo” Guzmán: En el gobierno de Enrique Peña Nieto, hubo acusaciones de que el anuncio de la recaptura del capo fue utilizado para opacar escándalos como la “Casa Blanca” de Angélica Rivera o el caso Ayotzinapa.

 

- Videos de corrupción y Lozoya: Cuando el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, regresó a México con un acuerdo de colaboración, algunos críticos señalaron que el caso se usó como cortina de humo frente al mal manejo de la pandemia de COVID-19 y la crisis económica, durante el sexenio de AMLO.

 

- Polémica de los libros de texto: Se acusó al gobierno federal de usar el debate sobre los nuevos libros de texto gratuitos para distraer la atención de temas como la inseguridad, el Tren Maya, y las obras en Dos Bocas.

 

- “Superpeso” y seguridad: Analistas opositores han sugerido que los discursos sobre la fortaleza del peso o los avances en programas sociales son usados como cortina de humo frente a casos de violencia, narcotráfico o conflictos políticos en estados.

 

 

Una cortina de humo no necesariamente implica que un hecho sea falso, sino que se manipula su relevancia o cobertura para distraer al público de otros problemas que podrían resultar más dañinos para la imagen del gobierno.

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