A pesar de su habilidad para redactar textos y generar imágenes, ChatGPT no alcanza los niveles de creatividad que definen a los artistas o escritores humanos. Esa es la principal conclusión de un estudio australiano que midió los límites de la inteligencia artificial generativa con base en principios matemáticos.
La investigación fue realizada por David Cropley, profesor de Ingeniería de la Innovación en la Universidad del Sur de Australia, y publicada en el Journal of Creative Behaviour. El análisis estableció que los modelos de lenguaje grandes (LLM, por sus siglas en inglés) alcanzan una puntuación máxima de 0,25 en creatividad, en una escala que va de 0 a 1.
"Si bien la IA puede imitar el comportamiento creativo —a veces de forma bastante convincente—, su capacidad creativa real está limitada al nivel de un humano promedio y nunca podrá alcanzar los estándares profesionales o expertos según los principios de diseño actuales", afirmó Cropley.
El estudio resalta que sistemas como ChatGPT funcionan a partir de contenidos ya existentes. Por esa razón, sus resultados tienden a ser coherentes, pero no sorprendentes ni originales. "Mucha gente piensa que, como ChatGPT puede generar historias, poemas o imágenes, debe ser creativo. Pero generar algo no es lo mismo que ser creativo", explicó el investigador.
Cropley también señaló que muchas personas interpretan de forma errónea qué significa realmente ser creativo. "Desafortunadamente, muchas personas malinterpretan el significado de la creatividad. Piensan que significa 'el acto de dar existencia a algo' o 'generar', cuando en realidad significa crear algo nuevo, original y eficaz."
De acuerdo con el estudio, este malentendido lleva a sobrevalorar las capacidades de la inteligencia artificial. "El rendimiento creativo no es simétrico. Por lo general, el 60 % de las personas tienen un nivel de creatividad inferior al promedio, por lo que es inevitable que una parte considerable de la sociedad crea que los sistemas de aprendizaje automático como ChatGPT son creativos, cuando no lo son."
El autor también destaca que los resultados ofrecen claridad en medio de un debate que suele estar rodeado de expectativas infladas. "Esta investigación demuestra que el mundo todavía necesita humanos creativos, quizás más que nunca."
Cropley advierte que alcanzar una creatividad auténticamente innovadora requeriría una reestructuración técnica profunda. "Para que la IA alcance un nivel de creatividad propio de los expertos, se requeriría una nueva arquitectura capaz de generar ideas no ligadas a patrones estadísticos del pasado." (NotiPress)
