El auge de la motocicleta como medio de transporte y herramienta de trabajo ha traído consigo un incremento en la movilidad, pero también ha puesto de manifiesto graves problemas de seguridad vial derivados de la imprudencia y la falta de cultura vial de una minoría de conductores.
¿Cuáles son las imprudencias más comunes?
Expertos en seguridad vial y autoridades coinciden en que muchas de las situaciones de riesgo generadas por motociclistas se deben a una serie de malas prácticas que, además de ser sancionables, ponen en peligro la vida del conductor y de terceros.
Las imprudencias más detectadas son:
Circular entre carriles ("Culebrear"): Si bien en algunos contextos de tráfico detenido se puede permitir avanzar con precaución, hacerlo con el tráfico en movimiento o a alta velocidad reduce drásticamente el margen de reacción y aumenta el riesgo de colisión.
Exceso de velocidad: Es una de las causas principales de accidentes graves. Las motocicletas, por su potencia y tamaño, pueden alcanzar altas velocidades con facilidad, pero su estabilidad es menor, lo que obliga a extremar el respeto a los límites.
No guardar la distancia de seguridad: Seguir de cerca a otros vehículos disminuye el tiempo de reacción ante una frenada o imprevisto, una maniobra especialmente crítica para una motocicleta.
Falta de equipo de protección: Circular sin el casco protector (certificado y abrochado), ni el equipo adecuado (guantes, chamarra, botas) convierte un percance menor en una lesión grave o fatal.
Irrespeto a las normas de tránsito: Esto incluye invadir carriles (como los confinados para transporte público), rebasar en zonas prohibidas, circular en sentido contrario o no respetar las señales de alto y semáforos.
¿La velocidad máxima es igual para motocicletas?
La legislación de tránsito en México generalmente homologa los límites de velocidad máxima para automóviles y motocicletas en la mayoría de las vías.
Pero, aunque el límite sea el mismo, las motocicletas requieren mayor pericia y precaución, ya que la velocidad tiene un efecto más crítico en su maniobrabilidad y capacidad de frenado seguro.
¿También participan en arrancones?
Sí, lamentablemente el uso de motocicletas en arrancones o carreras clandestinas es una práctica detectada por las autoridades en diversas localidades, incluyendo zonas urbanas y periféricas.
Estos actos, usualmente nocturnos o de fines de semana, no solo incumplen flagrantemente el Reglamento de Tránsito, sino que representan un peligro masivo:
Las altas velocidades, las maniobras arriesgadas y la falta de condiciones de seguridad de una pista profesional casi siempre derivan en accidentes, a menudo con consecuencias fatales para los participantes y espectadores.
En algunos casos, se ha documentado la participación de menores de edad, lo que agrava la situación legal y de seguridad.
La presencia de estos grupos genera alteraciones al orden, ruido excesivo y, en ocasiones, se vincula con la comisión de otros ilícitos.
Las autoridades responden a estos reportes con operativos de vigilancia, la imposición de multas y la remisión de las unidades a depósitos vehiculares, buscando desalentar estas actividades de alto riesgo.
Si bien la motocicleta es un medio de transporte eficiente y popular, exige un alto grado de responsabilidad por parte del conductor, respetar los límites de velocidad establecidos para todos los vehículos, entre ellos.
